Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
El estudio El potencial de los estándares de seguridad vehicular para prevenir muertes y lesiones en Argentina, Brasil, Chile y México: una actualización de 2018, comprobó que los autos de América Latina en materia de seguridad se encuentran aproximadamente con 15 años de retraso respecto a los autos que se comercializan en Gran Bretaña.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estimó el un Informe sobre la situación global de la seguridad vial de 2018, la mayoría de las tasas de mortalidad ocurren en los países de bajos recursos, esto se debe a que sólo el 40 por ciento de 175 países adoptaron los estándares prioritarios de seguridad vehicular.
Elaborado por el Laboratorio de Investigación en Transporte del Reino Unido (TRL, por sus siglas en inglés), el estudio hizo una revisión de los sistemas de seguridad y su potencial para salvar vidas mediante la aplicación de un rango más amplio de normas de seguridad vehicular, entre 2020 y 2030, en dichos países.
Por ejemplo en México ocurren más de 16 mil muertes al año en hechos viales, es decir, más de 40 al día, lo que coloca a los siniestros vehiculares como la segunda causa de defunción en personas de 5 a 34 años, según con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En México existe una norma reguladora de los dispositivos de seguridad en vehículos nuevos(a partir de 2016), la cual aun no entra en vigor, por lo tanto, no es obligatoria a la industria automotriz su cumplimiento con los requerimientos de seguridad de estándar de impacto frontal y lateral.
Tampoco se contempla en la norma el control electrónico de estabilidad, el estándar de protección a peatones ni el frenado autónomo de emergencia. La situación llevó al estudio de la aplicación de normas como una medida para prevenir lesiones y muertes.
De acuerdo con el análisis del TRL la introducción de la regulación del Sistema Electrónico de Estabilidad (ESC) en México tendría beneficios a tan sólo 4 años de su aplicación, por ejemplo para 2020 supondrían salvar 206 vidas, evitarían 746 lesiones graves y ahorrarían 194.99 millones de dólares por las lesiones graves y muertes evitadas en el período del pronóstico.
Asimismo, la implementación del estándar de protección al peatón y el Sistema de Frenado Autónomo de Emergencia (AEB) para proteger a usuarios vulnerables de la vía (peatones y ciclistas) permitiría salvar, en 10 años, la vida de 3,187 peatones y 222 ciclistas.
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