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Diferentes empresas de carsharing están ampliando sus servicios y expandiéndose a más países. WeShare, Yandex y Kinto son las primeras compañías que empezaron sus movimientos a inicios de este 2020 en lo que será un gran auge de movilidad compartida y electromovilidad en el mercado y las ciudades.
WeShare, el servicio de carsharing propiedad de Volkswagen y Skoda, fue de las primeras compañías europeas en afirmar una expansión en siete ciudades de Europa, luego del éxito en Berlín donde más de 50,000 usuarios se suscribieron a la app.
Luego de haber empezado desde junio de 2019, en poco más de seis meses WeShare ya tiene listos 8,400 vehículos 100% eléctricos que se desplegarán en Praga, Budapest, Paris, Madrid, Milán, Hamburgo, Múnich, a lo largo de 2020.
Toyota también comenzó el año con una expansión, no sólo territorial sino también en la prestación de sus servicios a ciudades, usuarios y empresas; una decisión con cuatro servicios base ofrecidos en diversos lugares que llegarán en diferentes momentos de esta década.
Los cuatro servicios base son Kinto One, una suscripción mensual de un vehículo, su mantenimiento y su seguro; Kinto Share, vehículos compartidos híbridos sin cobro de mantenimiento; Kinto Join, servicio para los empleados de una empresa que permite utilizar un mismo vehículo en un trayecto compartido, y Kinto Flex, una suscripción premium para rentar vehículos.
Por su parte, la empresa multinacional de tecnología rusa Yandex lanzará una flota de 1000 automóviles eléctricos y sus servicios fuera de Rusia para entrar de lleno en el mercado europeo de carsharing.
Estos pueden tratarse de los primeros movimientos que predijeron algunos estudios sobre las tendencias en movilidad para la década del 2020. Servicios que cada vez se ampliarán y ofrecerán diversas experiencias a sus usuarios como Kinto planea realizar.
De acuerdo con las predicciones de tendencias en movilidad, el mercado de carsharing, renting, poolsharing y demás servicios similares sólo va a incrementar en esta década, además tendrá un gran impacto en el medio ambiente por el uso continuo de vehículos eléctricos.
Aún con la aprobación de los estudios, todavía existen problemas que las compañías deben resolver si quieren mejorar su posición frente a las otras compañías u otros sistemas de transporte. El obstáculo principal es, y continuará siéndolo por algunos años, la infraestructura de las ciudades.
La movilidad eléctrica es la principal apuesta de todas las industrias carsharing, acorde también con las legislaciones para el cuidado del ambiente. Ya sean vehículos 100% eléctricos o híbridos, los puntos de recarga no han sido los suficientes en algunos sitios y es la razón primordial para no expandirse a más ciudades y lugares.
Otra problemática es la legislación para estos servicios, el mejor ejemplo del conflicto del marco legislativo de cada país con las apps de carsharing es la prohibición de Uber en Londres y otras ciudades de la Unión Europea, debido a la falta de seriedad de la compañía para ofrecer viajes seguros a sus clientes y revisar los antecedentes de los conductores.
Todas las empresas tienen en cuenta estas situaciones y trabajan para solucionar estos y los posibles conflictos que surjan con los años, pues sí algo es seguro es que el carsharing es un sistema de movilidad en ascenso no sólo en Europa sino en todo el mundo.
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