Foto: Patrick Tomasso en Unsplash
Un nuevo combustible a base de desperdicios de comida podría ser usado como implemento energético en la industria aeronáutica. Dicho combustible ayudaría a reducir las emisiones de dióxido de carbono de los aviones. Acorde con los desarrolladores del estudio, esto permitiría reducir las emisiones de efecto invernadero en un 165 por ciento en comparación a la energía fósil.
La industria aeronáutica constantemente busca cómo atenuar las emisiones contaminantes después de haberse comprometido a reducir a la mitad de estas para 2050 a los niveles de 2005. Ante ello, investigadores estadounidenses descubrieron una manera de crear combustible a base de residuos de alimentos, lo que denominaron combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).
Publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, un nuevo estudio muestra cómo científicos transformaron restos de alimentos, aceite de cocina usado, estiércol de animal y aguas residuales en parafina. Dicho compuesto funciona en los motores de aviones, permite evitar el uso de combustibles fósiles y desviar el desperdicio de alimentos a vertederos para reducir emisiones. Esta "reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del ciclo de vida proporcionaría un camino hacia el combustible neto de cero aviones", se lee en el reporte.
Entre las ventajas del SAF está el producir alrededor de un 34 por ciento menos hollín a comparación de los combustibles fósiles. Un fenómeno específico en los aviones, el hollín genera un efecto de calentamiento al dióxido de carbono procedente de la combustión interna. Asimismo, Southwest Airlines colabora con el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por sus siglas en inglés) en la ampliación del SAF a partir de residuos húmedos. Además, analizan cómo el combustible podría ser utilizado y suministrado en todas las regiones de los Estados Unidos.
Ante ello, el científico del NREL y principal autor del estudio, Derek Vardon, señaló, el uso comercial del combustible orgánico podría usarse en un futuro cercano. "Si nuestra vía de refinación se amplía, las aerolíneas como Southwest podrían tardar tan solo uno o dos años en obtener las aprobaciones regulatorias de combustible necesarias para comenzar a usar residuos húmedos SAF en vuelos comerciales", informó.
También, el director de la gestión de cadena de suministro de combustible en Southwest, Michael AuBuchon, indicó, el papel del SAF será determinante en la reducción de emisiones contaminantes. "La investigación del NREL podría proporcionar una oportunidad que cambiaría el juego para hacer que SAF sea rentable, lo que conduciría a su implementación a mayor escala", apuntó.
El nuevo combustible hecho con residuos de comida representa una de las estrategias de laboratorios e industrias para reducir las emisiones de efecto invernadero a nivel mundial. Así, los aviones dejarían de producir parte de las emisiones de dióxido de carbono en la industria transportista.
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