Ciudad de México,
Juan Manuel Flores
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La oferta de vehículos autónomos y semiautomáticos está en crecimiento, cada vez más fabricantes y desarrolladores realizan pruebas para afinar estas tecnologías. Estas prometen grandes beneficios como la reducción de accidentes al eliminar el factor humano, un menor consumo de combustible y, en consecuencia, la disminución de emisiones contaminantes, entre otros.
Sin embargo, el Instituto Mexicano de Transporte (IMT), señala la importancia de evaluar la compatibilidad de la infraestructura de las ciudades en relación con estos nuevos vehículos. Por su parte, desarrolladores de estas tecnologías remarcan la importancia de informar a los usuarios sobre cómo funcionan los sistemas autónomos.
Distintas organizaciones como la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, por sus siglas en inglés) han intentado clasificar los niveles de conducción autónoma. Sin embargo, distintos fabricantes señalan que esto no parece estar claro para quienes adquieren y conducen vehículos con esta tecnología.
Andrew Farah, director ejecutivo de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés) señaló algunas cuestiones al respecto en una entrevista para The Verge. "La mayoría de las personas tienen muchas dificultades para distinguir entre ADAS y los sistemas de conducción totalmente automatizados".
Los sistemas ADAS tienen la capacidad de controlar la aceleración, frenado, centrado de carril, cambio de velocidades y monitoreo de puntos ciegos, pero esto no es conducción autónoma. Los sistemas ADAS, requieren de la atención e intervención de los vehículos, mientras los sistemas de automatización total no.
Farah asegura, hay pruebas de que la mayor parte de los sistemas de asistencia son menos seguros que la conducción normal. Esto se debe en gran medida a la mala comprensión de los usuarios sobre las capacidades y limitantes de los sistemas. Algunos sistemas ADAS, como Super Cruise solo son operativos en autopistas, donde la conducción puede ser más predecible y con menos intersecciones, este no fue creado para conducción autónoma en condiciones de ciudad.
Farah comenta, Tesla se ha dado muchas licencias en la forma de describir sus tecnologías, haciendo pensar que algunos sistemas de esta y otras marcas son completamente automatizados cuando no lo son. Los vehículos con piloto automático de Tesla han estado involucrados desde 2019 en más de 736 accidentes, incluidas 17 muertes.
Ante esto, Farah remarca la importancia de que las marcas de automóviles informen mejor a sus usuarios sobre las capacidades y limitaciones de sus sistemas autónomas. El IMT señala que para optimizar el funcionamiento de los sistemas automatizados también se requieren adecuaciones y adaptaciones en la infraestructura de las ciudades, como la sincronización de semáforos y la implementación de sistemas de comunicación entre vehículos y transmisión de datos.