Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Adrian N en Unsplash
Los vehículos nuevos se están comenzando a encarecer debido a la escasez mundial de semiconductores, aunado a ello, el precio de los automóviles está cada vez más aumentando subiendo. Según el sitio web Edmunds, el 8 por ciento de las personas compraron un auto nuevo en Estados Unidos en abril pagaron más dinero.
Esta situación comenzó desde la escasez de microprocesadores durante el tercer trimestre de 2020, los fabricantes de automóviles al cerrar temporalmente sus líneas de producción ocasionaron una demanda mayor. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha advertido a la administración del presidente Biden que esta escasez podría significar 1.28 millones de autos menos producidos en 2021.
A raíz de este hecho, varias firmas de automóviles han comenzado a tomar medidas para actuar al respecto. Fabricantes de la talla de Ford, GM, Volkswagen o Toyota, están analizando alternativas para hacer frente a la crisis económica. General Motors, indicó esta semana que sus nuevos camiones de carga cuestan un 10 por ciento más en comparación a 2020 y sus SUV cuestan un 20 por ciento más.
En tanto, los nuevos vehículos de Ford se dispararon sus precios mil 900 dólares más que el aumento promedio de la industria en 2019, pero las ventas totales están muy por encima de la media actual en el mercado. Un vocero de la firma americana de vehículos destacó que solo fabricarán la mitad de los autos estimados para este año, pues la compañía se encuentra en modo de crisis.
Un factor importante en el aumento de precios es la medida que están tomando los fabricantes de automóviles al empezar a sacrificar ciertas características debido a la escasez de microprocesadores. Dodge Ram no incluyó chips en los espejos retrovisores inteligentes como característica estándar, Nissan está evitando los sistemas de navegación en muchos de sus vehículos.
También, GM decidió en marzo de 2021 que seguirá fabricando sus camiones más populares, pero sin incluir el módulo de ahorro de combustible, es decir, los camiones contaminarán más y tendrán más gastos de lo habitual. Estos son algunas de las consecuencias traerá la escasez de los microprocesadores para no frenar sus producciones.
Si bien, con tantos productos electrónicos los cuales requieren uno o varios microprocesadores y semiconductores para funcionar, asegurar el suministro es difícil por ahora. No obstante, la crisis ha llegado al punto de que fabricantes como GM, Ford, Volkswagen, Toyota o Hyundai estén buscando fondos para impulsar la fabricación de sus propios microprocesadores y contrarrestar la escasez a nivel global.