Ciudad de México,
Julio Hernández
Crédito foto: James D Morgan/Qantas
La aviación comercial hizo historia este fin de semana cuando la aerolínea australiana Qantas realizó el vuelo 7879 en un Boeing 787 con una duración de 19 horas y 16 minutos, al despegar de Nueva York con destino a Sidney. Lo característico de este vuelo se debió a su ausencia de escalas, algo planeado desde el principio.
Un total de 49 pasajeros, además de la tripulación, fueron protagonistas del experimento Sunrise, cuyo objetivo era evaluar la salud y el bienestar mientras estaban dentro del avión, con rumbo a la ciudad australiana. Ahora, este experimento ayudará a configurar una lista de tripulación, así como el servicio al cliente para aquellos usuarios que deseen hacer viajes de ultra larga distancia con la aerolínea Qantas. Sin dudas, el experimento en movilidad de mayor duración en el aire.
Pruebas como monitoreo de las ondas cerebrales, niveles de melatonina, estado de alerta, clases de ejercicios para pasajeros, iluminación de la cabina y las comidas durante el vuelo fueron parte de este momento histórico, que de acuerdo a expertos en aviación, es similar al debut del Concorde en 1969.
"Esta es una primicia realmente importante para la aviación. Con suerte, es una vista previa de un servicio regular que acelerará la forma en que las personas viajan de un lado del mundo al otro. Sabemos que los vuelos de ultra larga distancia plantean algunos desafíos adicionales, pero eso ha sido cierto cada vez que la tecnología nos ha permitido volar más lejos. La investigación que estamos haciendo debería darnos mejores estrategias para mejorar la comodidad y el bienestar en el camino", indicó el CEO de Qantas Group, Alan Joyce, al llegar a Sidney.
Sean Golding, capitán de la aerolínea Qantas y que estuvo a cargo de los pasajeros y cuatro pilotos, relató este suceso y dijo que el vuelo había sido tranquilo.
Asimismo, la tripulación informó, el vuelo fue tranquilo. Al iniciar el viaje, el viento retrasó un poco el vuelo, pero era un escenario dentro de la planificación. El vuelo 7879 de Quantas pasó por varios controladores aéreos, algo inusual en vuelos comerciales. Asimismo, fue emotiva la despedida de la torre de control de Nueva York, como la recepción en el aeropuerto internacional Kingsford Smith de Sidney.
Con la puesta en marcha del Proyecto Sunrise, el vuelo de Nueva a York Sidney se volverá a repetir en diciembre de 2019 y para noviembre se tiene contemplada la ruta entre Londres y Sidney. Para el último mes de este 2019 y enero de 2020 se decidirá el futuro de estos vuelos intercontinentales.