Foto: Cortesía ELAM-FAW
La edad promedio de la flota vehicular del autotransporte de carga federal en México alcanzó un preocupante récord de 19.9 años, según datos proporcionados por la Dirección General de Autotransporte Federal. Este hecho contrasta con las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que sugiere, lo ideal es contar con unidades que no superen los 10 años de servicio.
En México, el transporte de carga terrestre desempeña un papel importante, pues representa el 81% de la carga movilizada y traslada el 56% del total de toneladas del país. Aunque este sector constituye el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, su antigua flota vehicular genera el 93% de las emisiones contaminantes del sector transporte, según la GIZ.
Ante este escenario, Ernesto Del Blanco, director general de la ensambladora y distribuidora de vehículos pesados ELAM-FAW, destaca para NotiPress la necesidad de renovar la flota. Esto no solo desde un punto de vista comercial, sino también desde la perspectiva medioambiental y de seguridad. El envejecimiento de los vehículos de carga conlleva mayores costos de mantenimiento, aumento en el consumo de combustible y, por ende, contribuye a la contaminación atmosférica.
Por otra parte, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) también alerta sobre las implicaciones directas de la obsolescencia de la flota. Tener flotas antiguas puede generar pérdidas de cara a la eficiencia operativa de las empresas logísticas y de transporte. Además, la seguridad vial se ve comprometida, ya que sistemas esenciales como frenos y luces pueden deteriorarse con el tiempo, aumentando el riesgo de accidentes. En 2021, más de 23,986 vehículos estuvieron involucrados en accidentes viales en carreteras federales, siendo el 27.4% (6,486 unidades) correspondiente a remolques sencillos y fulles, según el Anuario Estadístico de Colisiones en Carreteras Federales.
Asimismo, la contaminación no se limita a las emisiones de gases de efecto invernadero. El ruido generado por la antigua flota contribuye a la contaminación auditiva, representando el 80% de la contaminación acústica en las ciudades, según investigaciones de la Unión Europea.
México se encuentra entre los primeros diez lugares mundiales en emisiones de gases de efecto invernadero en el sector transporte. Con 148 millones de toneladas de CO2 emitidas, el transporte de carga pesada contribuye con el 29% de estas emisiones, según el Instituto de Recursos Mundiales.
Del Blanco subraya la importancia de invertir en tecnologías más limpias y eficientes como parte de la solución. No solo beneficiará a las empresas y al sector logístico, sino que también contribuirá a la seguridad vial y la sostenibilidad medioambiental. Hace un llamado a la colaboración entre el Gobierno, las empresas y los actores para implementar políticas y programas que fomenten la renovación de la flota, asegurando así un futuro más eficiente, seguro y sostenible para el transporte terrestre de carga en México.
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