Ciudad de México ,
Ariadna Armas
Crédito foto: Pedro Basilio (NotiPress)
Frente a la posibilidad por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de legalizar los vehículos extranjeros para circular libremente dentro del país, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y expertos en el sector advierten sobre el impacto en los procesos y consumidores finales que esta aprobación podría traer a México.
Anterior a la propuesta del actual presidente de la República mexicana, se encuentra el decreto aprobado por el expresidente Vicente Fox durante el periodo 2000-2006 en el cual permitió la legalización de vehículos "chocolate" a condición de implementar un pago de derecho e impuesto adicional por cada automóvil ilegal en el país. Durante este periodo las ventas redujeron hasta un 30% en el sector automotriz. En su momento, el ex mandatario mencionó que la legalización no se trataría de documentar la ilegalidad, sino de establecer derechos por el uso de esos vehículos. Sin embargo, las consecuencias se vieron directamente en las ventas del sector automotriz.
En la actualidad, el mercado interno ha presentado una caída durante 25 meses consecutivos. Para hablar de la crisis que vive el sector, Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) declaró en conferencia el 5 de agosto: "Esto, actualmente en la situación de crisis en que nos encontramos los distribuidores de automotores, sería un golpe muy fuerte para la formalidad que representa este sector, además de mandar una muy mala señal en cuanto a la confianza de los inversionistas, pues se estaría también contribuyendo a que hubiera una caída aún más pronunciada de las ventas".
A través de un comunicado, el AMDA habló sobre la tensión existente dentro del sector debido al riesgo de una posible regularización masiva de vehículos ilegales y recuerda, sobre todo: "Se está ponderando lo que ha sido la demanda a su gobierno por parte de quienes representan a los propietarios de los vehículos ilegales pero también ha dejado claro que el sector automotriz, concretamente, los distribuidores de automotores, son un pilar de la economía en cuanto a generación de empleo y contribuyen con una captación de importantes impuestos que se vería afectada con una decisión de esta naturaleza" declaró Rosales Zárate.
De entrar en vigor la regulación, Rosales Zárate anunció que están planteando a la Secretaría de Economía un modelo exitoso con facilidades para el acceso al financiamiento a microempresas y empresarios con aspiración de renovación de su parque vehicular mediante la combinación de recursos directos de la Secretaría de Economía y la Nacional Financiera con el esquema de garantías crediticias: "Con ello podríamos obtener un buen nivel de financiamiento para la adquisición de vehículos, sobre todo de trabajo, para que impulsen la productividad en un esquema de ganar-ganar, ya que por un lado se reactivaría el mercado interno automotor en crisis y por el otro se dotaría de mejores herramientas a las micro y pequeñas empresas", finalizó Rosales Zárate.
Ignacio Cordero, director de comunicación VendeTuAuto, nos habló sobre las desventajas de la regularización. Como eje principal del problema entra el desconocimiento de los antecedentes de los vehículos extranjeros. En consecuencia, la falta de certeza en el historial de los autos fomentaría la entrada de vehículos con orígenes dudosos, así como el entorpecimiento en su circulación, garantía y acceso a seguros. Otro de los factores relevantes por revisar es la calidad en la que se comercialicen los vehículos. Sin procesos de controlo, la regularización más que ayudar a los compradores, afectaría al mercado y calidad de circulación. Cordero declaró en exclusiva para NotiPress:"Antes de pensar como parte del sector automotriz, las consecuencias directas irán a los consumidores, al sistema de control de parque vehicular y fomentaría la falta de certeza en la proveniencia de los autos que lleguen a circular al país".
El sector automotriz es todavía uno de los pilares de la economía mexicana, además de una gran fuente de empleos que requiere, por la etapa que atraviesa, un mayor fomento y control antes de enfrentarse con una regularización con efectos directos en el mercado.