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De acuerdo con la Fundación Forge, organización sin fines de lucro orientada a la integración de jóvenes provenientes de bachilleratos públicos en el mercado laboral formal de América Latina, las empresas deben invertir en habilidades blandas para responder y adaptarse a las demandas del mercado. Entre las tendencias más importantes se encuentran la capacitación, inclusión e integración de jóvenes, así como la rentabilidad y digitalización del mercado.
En el estudio titulado "¿Cómo prepararnos para el mundo que viene?", especialistas de Forge indicaron que las habilidades cognitivas y socioemocionales, también denominadas habilidades blandas, cobran mayor importancia en el ámbito laboral. Dichas habilidades, divididas en aprendizaje, pensamiento crítico, y resiliencia, pueden trasladarse de un trabajo a otro, y son tan importantes como las habilidades no perecederas. Por tal motivo, su proceso de formación y desarrollo no depende únicamente la instituciones educativas, sino de apoyos gubernamentales y participación de empresas y organizaciones.
Para llevar a cabo esa tarea, se requiere una colaboración activa entre los participantes, donde resalta la inversión, y entornos adecuados que promuevan el trabajo desde factores individuales y estructurales. "Cualquier empresa, como invierte en temas de capacitación, debería poder invertir en que todos sus colaboradores tengan desarrolladas habilidades blandas", comentó Andrea Méndez, directora de la Fundación Forge de México, en una entrevista exclusiva para el equipo de NotiPress.
La preocupación por temas sociales ha llevado a organizaciones como Forge a tomar medidas de impacto, como la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno y su publicación Decálogo de Buenas Prácticas para la Inclusión Laboral de Jóvenes. Entre sus enfoques se encuentran temas relacionados con el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales, contratación equitativa, derechos laborales, trabajo digno y no discriminación.
Asimismo, como parte de los temas sociales detrás del mercado educativo, Forge comentó la necesidad de mejorar políticas de contratación para los jóvenes mexicanos por parte de empresas y organizaciones. Según la fundación, durante el periodo de formación educativa que comprende educación básica y media superior, los jóvenes no reciben habilidades ni experiencias clave para ingresar al mercado laboral.
Frente a las demandas del mercado laboral y limitaciones en el sistema educativo, con respecto a las habilidades para el trabajo, Forge recomendó su enfoque de desarrollo de habilidades socioemocionales para una mayor rentabilidad. Si bien la inversión en las habilidades blandas es clave, las empresas requieren tener la certeza sobre sus inversiones. "Tenemos estudios que comprueban, cuando una empresa contrata jóvenes capacitados en cuestiones socio-emocionales, hay una menor rotación, los costos de selección bajan, y mejora el retorno de la inversión", indicó Méndez.
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