Ciudad de México,
Emiliano Fuentes
Crédito foto: Pedro Basilio
Esfuerzos por la inclusión financiera y el desarrollo de los servicios bancarios en América Latina por parte de las fintech, sigue siendo factor importante a la hora de atraer las inversiones importantes, debido al gran potencial de crecimiento de estos servicios puesto que los bancos tradicionales no han desarrollado innovaciones pensadas para personas con menor poder adquisitivo. Por el contrario, bancos ignoran la inclusión financiera.
La llegada de inversiones hacia el sector fintech latinoamericano, está ligada a las mejoras sostenidas en las diferentes economías de la región y los escenarios macroeconómicos que favorecen las inversiones internacionales en este sector.
Prestadores de servicios financieros tradicionales, normalmente buscan innovar para el statu quo de los mayores poderes adquisitivos, una porción estrecha del mercado en los países de América Latina. En México, bancos tradicionales no tienen alcance al 50% de los apoyos económicos entregados por el Gobierno. Esto representa alrededor de 170 mil millones de pesos. Asimismo, la entrega de los apoyos se tiene que realizar en efectivo, lo que conlleva un costo de 15 mil millones de pesos. En conferencia matutina del 27 de noviembre de 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo, México, "va a tener 13 mil, no hay un banco con 13 mil sucursales" en referencia a su objetivo del Banco del Bienestar. En 2019 existen poco más de 400 sucursales las cuales se dirigen a personas de menores recursos.
Así, las fintechs buscan focalizar sus esfuerzos centrales en transformar esta lógica de innovación de servicios financieros para dotar de status a un grupo de personas, y ahora empezar a ofrecer diferentes instrumentos financieros a la mayor cantidad de gente y satisfacer las diferentes necesidades.
De acuerdo con un director de mercadotecnia de una empresa fintech, los clientes quieren replicar la misma experiencia en el sector bancario que la de servicios como Netflix, Uber o Amazon.
Ejemplo en México es Amazon, empresa que pretende invertir para apoyar los pagos de teléfonos móviles en compras al por menor y ha presentado recientemente una tarjeta de débito en México con la intención de añadir al sector informal a los productos financieros, en un contexto de un país donde más del 50% trabaja en estas condiciones. Así la empresa tiene la relevancia estratégica y la arquitectura digital existente para promover el acceso de productos más amplia financiero a través de la expansión de sus soluciones Fintech.
Según el informe "Latin America: Global Investors’ New Fintech Frontier", la Asociación de Capital Privado de Inversión en América Latina (LAVCA) predice, el 76% de la población de la región será propietarios de teléfonos inteligentes en 2025.
Otro dato interesante contenido en el informe es que, Brasil y México representan el 6% y el 4% respectivamente, de la red total de Facebook, siendo de los mayores usuarios en dicha red social.
Inversores encuestados en el documento compartieron cómo el avance de fintech está apoyado por la llegada de talento internacional, en particular de Estados Unidos y Europa. En palabras de Silva Santander Innoventures, "Latinoamérica no está en una isla más. Hay una afluencia de talento global dirigido a la región para innovar. La región también está heredando el talento y la inteligencia".
Cabe señalar, las inversiones en los negocios del sector fintech se mantienen al alza. Coru, plataforma de comparación de productos y servicios financieros recibió entre 2014 y 2019, 15 millones de dólares de distintos fondos, entre los que destaca el de Peter Thiel, cofundador de PayPal. Clip, otra fintech mexicana fundada por Adolfo Babatz, exempleado de PayPal, recibió desde su inicio financiación por 160 millones de dólares, lo más reciente, 20 millones de dólares de SoftBank en 2019.
Las diferentes fintech, abren la posibilidad de ir más allá de las innovaciones para el sector financiero tradicional dadas las múltiples posibilidades ofrecidas a los usuarios que aún no están bancarizados.
Sin embargo, inversores internacionales no estarán dispuestos a invertir sin la seguridad de la presencia de capital local tanto público como privado. Esta incoherencia puede impedir que empresas internacionales, no innoven en mercados más pequeños y no muestren interés en financiar algunas clases de activos para mercados más amplios. No obstante, el reto del sector fintech latinoamericano es incluir a más personas a los servicios financieros.