
Foto: X @valaratomics
Valar Atomics, una startup con sede en El Segundo, California, informó el lunes 18 de noviembre que alcanzó la criticidad de potencia cero, un hito clave en la ingeniería nuclear que marca el inicio de una reacción en cadena autosostenida. La empresa se convierte así en la primera participante del programa piloto del Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos en lograr esta meta, en una iniciativa impulsada por órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump en mayo.
El hito se logró con apoyo del Laboratorio Nacional de Los Álamos, centro de investigación del DOE. Valar utilizó una combinación de su tecnología de combustible con componentes estructurales proporcionados por el laboratorio, basándose en pruebas previas de diseño realizadas en 2024. Según la compañía, esta colaboración validó que "la física se mantiene", expresó su fundador, Isaiah Taylor, en un comunicado. "Este momento marca el amanecer de una nueva era en la ingeniería nuclear estadounidense, definida por la velocidad, la escala y la ejecución del sector privado con una colaboración federal más estrecha".
La criticidad nuclear, también conocida como criticidad fría cuando no genera calor suficiente para producir energía, representa el paso inicial en la validación de un reactor. Se trata del punto en que cada fisión de un átomo libera suficientes neutrones para sostener la reacción, formando la base del proceso de fisión nuclear. Adam Stein, director del programa de Innovación en Energía Nuclear del Breakthrough Institute, lo ejemplifica como una fila de fichas de dominó: "Si están bien espaciadas, una golpea a la siguiente... y tienes la reacción que esperas".
Este logro posiciona a Valar a la vanguardia del plan federal que pretende que al menos tres startups alcancen la criticidad antes del 4 de julio de 2026. El programa piloto del DOE fue diseñado para permitir a 11 empresas desarrollar tecnología nuclear sin pasar por el proceso de licenciamiento de la Comisión Reguladora Nuclear (NRC), tradicionalmente responsable de autorizar todos los reactores del país. La orden ejecutiva permite considerar estos desarrollos como proyectos de investigación, lo que habilita un camino regulatorio más ágil.
Valar, respaldada financieramente por figuras como Palmer Luckey y Shyam Sankar, CTO de Palantir, recaudó recientemente 130 millones de dólares. La startup declaró que planea encender un reactor funcional antes de la fecha límite establecida en el programa. En septiembre, comenzó la construcción de su primer emplazamiento, reforzando su compromiso con la aceleración del desarrollo.
Hasta ahora, las tecnologías de reactores modulares pequeños, como las que explora Valar, no han sido desplegadas comercialmente en Estados Unidos. Sin embargo, la reinterpretación normativa promovida por la administración Trump ha permitido iniciar pruebas reales antes de obtener la aprobación definitiva de la NRC, lo que según Stein representa un cambio de paradigma operativo: "El marco jurídico no ha cambiado, pero sí la mentalidad sobre cómo interpretarlo".
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