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Empresas encargadas en fabricar y producir vehículos enfrentan múltiples problemas en cuestión de tecnología. El principal inconveniente es el software, una medida estandarizada y que cada vez más va tomando protagonismo en el funcionamiento de un automóvil. Las tecnologías impulsan la transformación de vehículos autónomos, conectividad, electrificación y movilidad compartida mejor conocido como (ACES por sus siglas en inglés) y a su vez, ofrecen múltiples cambios y oportunidades en materia de desarrollo.
A pesar de la incorporación de innovaciones tecnológicas en los autos así como nuevas arquitecturas en el software, diseños eléctricos y electrónicos también han traído muchos problemas, principalmente en los lanzamientos de nuevas líneas de coches, debido a no entregar a tiempo las especificaciones de componentes electrónicos y software.
Un estudio hecho por McKinsey & Company, la consultora estratégica global en materia de negocios en gobiernos e instituciones públicas y privadas, aseguró que las plataformas para automóviles eléctricos y autónomos complica todavía más la producción de los fabricantes y proveedores de automóviles. Los problemas de actualización de software, mejoras en los motores de combustión interna y los límites de emisiones de dióxido de carbono generan muchos atrasos en la producción con tal de optimizar las unidades y como resultado se producen lanzamientos tardíos en los productos finales.
Con el paso del tiempo se incorporan nuevos componentes en los autos, la complejidad en el control de los mismos crece, las autopartes de los coches actuales como frenos, fuel injection y las bolsas de aire, son controlados a través de dispositivos electrónicos y se prevé tendrán el 50% del costo total del vehículo cuando estos sean en su totalidad híbridos.
Por otra parte, la investigación de la compañía McKinsey exhortó a los fabricantes de coches a mejorar sus especificaciones, requisitos y capacidades de integración en los vehículos con el objetivo de desarrollar una política óptima. Asimismo, incluir colaboraciones transparentes y multifuncionales con un desarrollo temprano e interactivo que genere para todos beneficios en valores y costos.
Actualmente existen múltiples iniciativas con el propósito de normalizar aplicaciones al momento de fabricar autos. La creación de un sistema operativo común nace de las exigencias de crear un software capaz de ser más eficiente no solo al momento de su fabricación. El reto de la industria automotríz puede aumentar, pues el mercado global del desarrollo de software relacionado a los automóviles se duplicará durante el 2020 a 2030 y dichos cambios requieren una colaboración en la industria con el fin de de encontrar soluciones precisas dentro de la industria.
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