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Konrad Bicher, conocido en el ámbito de los fraudes inmobiliarios como el "Lobo del Airbnb", fue sentenciado a 51 meses de prisión por una serie de delitos relacionados con su operación fraudulenta en el sector de arrendamientos en Manhattan. La jueza Lorna Schofield, del Distrito Sur de Nueva York, dictó la sentencia y también incluye tres años de libertad supervisada.
Asimismo, Bicher deberá pagar 1 millón 740 mil 407 dólares y una indemnización de 2 millones 227 mil 371 dólares. Esta condena cierra un capítulo significativo en un caso que captó la atención pública y judicial. La investigación, liderada por el fiscal Damian Williams, reveló que Bicher orquestó un esquema complejo de fraude inmobiliario.
Desde febrero de 2019, Bicher y sus colaboradores alquilaron unidades de apartamentos en Manhattan bajo contratos donde se prohibían el alquiler a terceros sin autorización. Sin embargo, Bicher no cumplió con los pagos de alquiler estipulados y continuó ocupando las propiedades incluso después de la expiración de los contratos. En lugar de desocupar los apartamentos, los subarrendaba a corto plazo, publicando las propiedades en plataformas como Airbnb, generando ingresos de más de un millón de dólares.
Durante el período donde Bicher no pagó los alquileres, los propietarios emprendieron múltiples acciones legales para recuperar el dinero. Pero Bicher se escudó en las protecciones legales destinadas a inquilinos, como las implementadas durante la pandemia de COVID-19, para retrasar o evitar el cumplimiento de las órdenes judiciales.
Esta táctica le permitió seguir generando ingresos ilícitos mientras abusaba de las protecciones destinadas a quienes realmente lo necesitaban. Entre abril de 2021 y julio de 2021, Bicher fue acusado de defraudar al gobierno mediante la obtención de préstamos garantizados por el Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP).
No obstante, presentó solicitudes de préstamo fraudulentas, alegando información falsa y documentos falsificados, obteniendo así más de 565 mil dólares en fondos destinados a aliviar a las pequeñas empresas durante la crisis sanitaria. A lo largo de su esquema, Bicher se jactó de sus actividades, ganándose el apodo de "Lobo de Airbnb". En entrevistas, describió su enfoque como feroz y despiadado, comparándose con un lobo que no muestra piedad y esta actitud desafiante, la ética y las leyes, evidenció una falta de respeto hacia las instituciones y a los propietarios afectados.
Por ello, el fiscal Damian Williams destacó el impacto negativo de las acciones de Bicher en la comunidad y el abuso de los programas destinados a ayudar a las personas en momentos de necesidad. "Bicher planeó estafar a los propietarios de Nueva York y al gobierno de Estados Unidos, abusando de las protecciones y programas gubernamentales durante una crisis sin precedentes", indicó Williams.
El caso, investigado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI), fue un ejemplo de cómo las autoridades pueden desmantelar operaciones fraudulentas y asegurar a los responsables a enfrentar consecuencias. El fiscal federal adjunto Matthew Weinberg, encargado de la acusación, trabajó junto a su equipo para asegurar que Bicher recibiera una condena que refleje la gravedad de sus crímenes.
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