El posible panorama de regreso a las oficinas en la nueva normalidad

Durante mucho tiempo las empresas han buscado la manera de mejorar la productividad de sus empleados al remodelar y estandarizar sus espacios de trabajo, cambiando tanto el mobiliario como el tipo de herramientas, por ejemplo, el paso de computadoras de escritorio a laptops o la introducción de los cubículos. Esta estandarización ya no es posible con la llegada de la pandemia, la cual obligó a muchos empleados a recurrir al trabajo remoto y, con ello, tanto los empleados como los líderes empresariales discuten los beneficios y desventajas ante el posible panorama de regresar a las oficinas en la nueva normalidad.

La discusión sobre regresar o no a la oficina está dividida, por una parte están los que quieren volver y los que desean seguir de manera remota. Un estudio realizado por Citrix en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, indica el 51% de los empleados espera un esquema de trabajo híbrido. Si bien, algunos desean regresar (43%) por considerar se ha prologando mucho la cuarentena, otros (47%) consideran es más productivo trabajar desde casa.

Asimismo, a pesar de que el 38% de los empleados declararon no haber trabajado nunca desde casa y el 17% únicamente lo hacía 1 o 2 veces al mes, la eficacia del home office se hizo notar al demostrar que no es necesario estar bajo la mirada constante de un supervisor para trabajar bien y, ante esta situación, los líderes empresariales se preguntan también si vale la pena volver a la oficina de manera presencial o seguir de manera remota.

Para responder a tal cuestión diversos expertos opinan; por una parte, Fernando Negrete, presidente de Digital Policy & Law Group, asegura, las compañías que enfrentaron mejor la crisis son aquellas que implementaron el home office y una transformación digital, con ello los empleados se adaptaron mejor mostrando buenos resultados de rendimiento y al mismo tiempo ayudaron a sus empresas al reducirles costos organizacionales.

Con una opinión similar Luis Banhara, director de Citrix Latinoamérica, asegura es mejor continuar con el trabajo remoto o al menos hacerlo híbrido por los costos que acarrea volver de manera presencial como readaptar las oficinas con las medidas sanitarias correspondientes: limpieza más frecuente, invertir en tecnología para reducir el contacto físico, instalar controles de temperatura, ampliar las oficinas y cumplir con el distanciamiento social permanente, entre otras.

Por otra parte, y en relación a los cuidados en caso de regresar a la oficina, Olivia Segura, Directora de Asesoría en Cambio Organizacional de KPMG México, indica regresar presencialmente requiere que las empresas mexicanas den certidumbre a trabajadores y clientes. Con ello en mente, señala algunas medidas a implementar.

Ser empático y paciente con los empleados, ya que brindar seguridad psicológica es clave ante la persistencia del miedo al contagio, más en personas que hayan perdido a un familiar o padecido la enfermedad. Por otra parte, la personalización el lugar de trabajo debe anteponer la seguridad como prioridad para mejorar la productividad y minimizar riesgos con las medidas sanitarias. Finalmente, cuidar la integridad de la empresa será fundamental por medio de una buena comunicación sobre la forma de operar al regresar presencialmente.

En un comunicado compartido a NotiPress por la plataforma de servicios de nómina y recursos humanos Runa RH, se recomienda a las empresas crear un plan con las medidas preventivas necesarias a partir de las opiniones y preocupaciones de los empleados y colaboradores. Asimismo, será importante para las empresas ofrecer protocolos sobre cómo actuará la firma en caso de presentarse un posible contagio de Covid-19.

Aunque las opiniones sobre el panorama de regresar a las oficinas en la nueva normalidad son diversas, los expertos concuerdan, después del coronavirus la confianza entre líderes y empleados se incrementará y las empresas estarán más unificadas. No obstante, también aseguran esto sólo será posible con un enfoque integral, buen liderazgo y ajustes acertados a los lineamientos y procesos de trabajo.