Ciudad de México,
Sergio F Cara
Crédito foto: Pedro Basilio (NotiPress)
El sector de relaciones públicas en México facturó alrededor de 11 mil millones de pesos en 2019, según datos de la Asociación Mexicana de Profesionales de Relaciones Públicas (PRORP). NotiPress entrevistó a Rafael Gárate, presidente de la institución, para ampliar información del impacto de la pandemia de Covid-19 en el sector de PR (Public Relations en inglés). The Business Research Company estima, en 2020 el mercado de las relaciones públicas tuvo una fuerte contracción y crecerá solo un 0.4%.
De hecho, el sector de las relaciones públicas ha venido creciendo a un ritmo del 4 o 5 por ciento en años recientes, aunque los ítems de facturación fueron variando. Según datos de la Asociación, durante 2019 el volumen de facturación se atribuyó en gran medida a conceptos de comunicación. Por su parte, la responsabilidad social y estrategias de comunicación son servicios que detonaron en ese periodo. En el año previo a la pandemia, se dio un boom en la promoción de eventos y lanzamientos del sector de PR.
Gárate destaca durante la entrevista, el ítem de facturación de promoción y eventos es prácticamente nulo en 2020 en plena pandemia de Covid-19. En cambio, las agencias debieron trabajar más con los ítems de gestión de prensa, manejo de crisis y estrategias digitales para compensar la actividad a la baja causada por el gran confinamiento, tal como lo definió el Fondo Monetario Internacional (FMI) por su similitud a la Gran Depresión de 1930.
Alrededor de 35 agencias miembro de la PRORP, ostentan el 85% de la facturación producida en México. Solo un puñado de estas agencias tienen en promedio 150 colaboradores. Sin embargo, el tamaño de las agencias miembro de la Asociación es variado, ya que también hay firmas que, por ejemplo, tienen un solo cliente, explica Gárate.
Durante la pandemia, según datos de la Asociación, una de las tendencias fue la de ver reducida la facturación de igualas del rubro de gestión de prensa. "Empresas que mantuvieron sus igualas con sus clientes, tuvieron [una reducción] entre un 25 y 35 por ciento", comenta el presidente de la Asociación. Sumado a esto, se acentuó la contratación de servicios por proyectos y no de forma mensual y recurrente. Por ejemplo, fue frecuente ver clientes pagando por la gestión de difusión de un solo comunicado de prensa o por entrevistas obtenidas con los medios de comunicación. Todo esto conlleva a niveles mucho más bajos de facturación para las agencias de relaciones públicas en 2020.
"Muchos medios desaparecen y otros se transforman", expresa el presidente de PRORP, señalando los cambios de la industria periodística. Ese casi ritual de relacionar un periodista con un vocero, se transformó con la digitalización y la inmediatez "muchas veces está ganando sobre [la calidad] los contenidos". Esta tendencia, en opinión de Gárate, produjo un cambio en la responsabilidad de las agencias de PR. Los clientes confían en la flexibilidad y calidad producida por los profesionales de las relaciones públicas y, por ello, se van dando estas variaciones en los ítems de facturación, más allá de la coyuntura de la pandemia en 2020.
Héctor Meza, director general de Infosol, definió la labor de las agencias como una actividad evolutiva, que se transforma y adapta, traspasando fronteras digitales y alcanzando áreas de marketing y publicidad. Se convierte así en un socio comercial para los clientes, en una empresa de confianza para explotar las relaciones públicas y la comunicación en general.
Aunado a la flexibilidad, algunas agencias de relaciones públicas se fueron especializando en sectores o actividades y esto ha llevado a una profesionalización de ciertos nichos, como el de industrias farmacéuticas o mineras, señala Gárate. Pese a este grado de especialización, la tendencia del mercado se dirige hacia equipos compactos, pero enfocados en resultados y esto lleva hacia algo más generalizado. La pandemia dejó lecciones para las empresas de PR y una de las más importantes es el cuidado de costos en infraestructura, como las oficinas. Debido a los cambios, el talento humano tomó un rol preponderante, y el cuidado por parte de las empresas se convirtió en prioridad. Todo, alineado con el propósito de maximizar los resultados de cara a los clientes.