Ciudad de México,
Diana Pérez
Crédito foto: @OrbitalReef en Twitter
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) planea lanzar un proyecto comercial en la órbita baja de la tierra como parte de los Acuerdos de Ley Espacial. Este tiene el propósito de establecer locaciones en el espacio para la ciencia, el turismo y la experimentación industrial. Estados Unidos proyecta poseer una presencia ininterrumpida en la órbita baja que comprende el tramo entre 200 y 2 mil kilómetros sobre la superficie de la tierra e innovar y fortalecer su economía.
Será posible gracias a la participación de tres empresas comprometidas con realizar diseños espaciales y comerciales. Las empresas Blue Origin, de Washington, Nanoracks LLC, de Houston y Northrop Grumman Systems Corporation, de Virginia, recibirán entre todas una inversión de 415.6 millones de dólares. Todas las compañías participantes son estadounidenses pues el país busca un desarrollo del sector privado donde Estados Unidos mantenga un liderazgo económico fundado en este nuevo nicho.
Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos, y Sierra Space presentaron Orbital Reef, una plataforma capacitada para albergar habitantes, inquilinos y visitantes de investigación, industria, gobierno y por supuesto del sector comercial. También contempla la reutilización del transporte espacial, la automatización para minimizar costos, puertos de atraque de vehículos y servicios públicos.
Nanoracks LLC, Voyager Space y Lockheed Martin presentaron Starlab, cuyo lanzamiento se planea para 2027, contendrá el Parque Científico George Washington Carver que contará con diferentes laboratorios, áreas de trabajo y comerciales. Starlab estará habilitado para expandir su arquitectura conforme vaya creciendo la demanda y vayan descubriéndose nuevos mercados.
Northrop Grumman, por su parte, aún está por confirmar sus socios en los que ya figura Dynetics, empresa en soluciones tecnológicas para el sector aeroespacial. Su infraestructura diseñada con esclusas de aire y gravedad artificial también contará con laboratorios y está pensado para el turismo.
Este avance permitirá además de un impulso económico para Estados Unidos, un ahorro en sus misiones espaciales a la Luna y Marte, pues los prototipos están pensados para ser habitados. También, el proyecto tiene miras a consolidar un laboratorio orbital nacional para respaldar la investigación humana con demostraciones de tecnología, ciencias biológicas y tecnología.
Bill Nelson, administrador de la NASA asegura que la asociación con empresas privadas permitirá desarrollar destinos espaciales para visitar, vivir y trabajar a la vez de forjar un camino en el espacio beneficioso para la humanidad y el comercio. La primera fase del proyecto primera implica el diseño de las potenciales capacidades comerciales y se prevé finalice hasta el año 2025.