Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: Science in HD en Unsplash
Actualmente, la vida cotidiana implica contratiempos y eventos complejos que pueden arriesgar la estabilidad familiar y financiera. Contra estos, los seguros son productos financieros que pueden ofrecer equilibrio en tiempos difíciles, aunque sólo uno de cada cuatro mexicanos lo tienen, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con el paso de los años, los seguros son cada vez más adquiridos por la población, en especial por las mujeres.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del Inegi, en México más del 65% de las mujeres tienen un producto financiero. Si bien la cifra representa un aumento comparado al 52% de las mujeres en 2012, se trata de un sector de la población donde mayor información es necesaria.
La capacidad de previsión y prevención para contratar un seguro no es lo único a considerar para decidirse a hacerlo. Programas y cursos como el Programa de Educación Financiera y Negocios "Aprende y Crece" de Banco Azteca ofrecen esta información básica para la población, como compartieron en un comunicado para NotiPress.
Entre la información a conocer si se decide por un seguro, es necesario mencionar se pactan mediante contratos con alguna aseguradora. En caso de algún acontecimiento contemplado en la póliza, las aseguradoras están obligadas a compensar monetariamente a los beneficiarios. El precio por el contrato lleva el nombre de prima, una cuota periódica para la validez del seguro y la protección de los asegurados, puede ser quincenal o mensual.
Asimismo, los acontecimientos que cubren los seguros dependen de su tipo: seguros médicos, de vida, de auto, por daños, entre otros. En el caso de las mujeres, existen seguros médicos especializados en enfermedades concretas como el cáncer de mama o cervicouterino, dos de las principales causas de muerte en mujeres. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) distingue algunos seguros especiales para mujeres o personas gestantes. Estos son seguros de maternidad para complicaciones durante el embarazo, parto o cesárea, además de complicaciones en cirugías estéticas.
Para contratar un seguro son importantes cuatro puntos a considerar, además de la capacidad de pago disponible para ajustarse a la capacidad de ingresos. Verificar la autorización de la aseguradora por la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas (CNSF), y comparar al menos dos productos diferentes. Además, evaluar las coberturas para saber si son útiles en casos individuales e incluir el costo de la póliza en el presupuesto son aspectos a considerar también. De rechazar el seguro, se tramitaría una prima no devengada para que la aseguradora recupere lo invertido.
Antes de contratar el seguro, siempre es buena idea aclarar dudas con los asesores, organizar los gastos y compartir la información con la familia. Los seguros pueden ser herramientas que ayudan a mantener la estabilidad durante momentos difíciles o situaciones inesperadas, las mujeres y demás personas pueden aprovecharlas para su uso.