Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La evolución de las cadenas de suministro a nivel global está marcando un cambio crucial para las empresas que buscan mejorar su eficiencia y resiliencia. En años recientes, términos como nearshoring y strategic shoring ganaron terreno en las estrategias corporativas, especialmente en Estados Unidos. Estas dos tendencias están moldeando el futuro del comercio al optimizar las rutas logísticas y acercar la producción a los mercados finales. Pero, ¿cuál es la diferencia entre estos conceptos y cómo influyen en el panorama económico de América del Norte?
El nearshoring consiste en la reubicación de operaciones o cadenas de suministro hacia países cercanos al mercado objetivo, en lugar de mantenerlas en zonas geográficamente distantes. Para las empresas estadounidenses, México fue el destino predilecto en este modelo. La cercanía geográfica no solo permite acortar los tiempos de entrega, sino que también facilita la colaboración entre los socios comerciales y reduce los costos de transporte.
México, gracias a su posición estratégica y los beneficios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), ha jugado un papel clave en la implementación del nearshoring. Empresas de diversos sectores, desde la manufactura hasta la tecnología, optaron por trasladar sus operaciones desde Asia a México, aprovechando la mano de obra competitiva y la proximidad a los mercados de consumo en Estados Unidos.
Mientras que el nearshoring se limita principalmente a la reubicación de operaciones hacia países cercanos (como México), el strategic shoring ofrece una visión más amplia. Este enfoque busca optimizar las cadenas de suministro en función de factores como la resiliencia, la flexibilidad y los beneficios económicos, trasladando operaciones a diferentes países del continente americano. El objetivo es reducir la dependencia de regiones vulnerables a riesgos geopolíticos, como Asia, y crear una red más diversificada y robusta de proveedores y centros de producción.
El informe al que accedió NotiPress de KPMG "El beneficio de la proximidad" resalta que el strategic shoring no se limita a México, sino que incluye a otros países como Canadá, Brasil, Colombia, y el mismo Estados Unidos. De acuerdo con los datos del informe, el 69% de las empresas estadounidenses planea tener sus cadenas de suministro localizadas en las Américas para los próximos tres años, destacando un aumento en la relevancia de estos mercados.
La principal ventaja del strategic shoring radica en la flexibilidad que ofrece a las empresas para responder a la volatilidad del mercado global. Al diversificar sus cadenas de suministro entre varios países de las Américas, las empresas pueden mitigar riesgos relacionados con interrupciones comerciales y geopolíticas, como las tensiones entre Estados Unidos y China, o problemas en rutas comerciales clave como el Canal de Suez o el Canal de Panamá.
Además, el strategic shoring fomenta una mayor integración regional, impulsando el comercio en América Latina y creando nuevas oportunidades económicas. Países como Colombia y Brasil están ganando protagonismo como destinos clave debido a su acceso a recursos naturales, sus acuerdos comerciales favorables y su infraestructura en desarrollo.
A medida que el mundo empresarial se adapta a un entorno cada vez más incierto, tanto el nearshoring como el strategic shoring seguirán desempeñando un papel crucial en la configuración de las cadenas de suministro del futuro. Las empresas que adopten estas estrategias estarán mejor posicionadas para afrontar desafíos como el aumento de los costos logísticos, las interrupciones globales y la creciente demanda de sostenibilidad.
El enfoque se está desplazando hacia la creación de cadenas de suministro más ágiles y resilientes, capaces de enfrentar las turbulencias del mercado internacional. En este sentido, la proximidad y la diversificación serán factores clave para garantizar el éxito a largo plazo de las empresas que operan en el continente americano.