
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
La apuesta de Femsa por convertir a Oxxo y Spin en un actor bancario en México abre una nueva etapa en su estrategia financiera, pero también plantea uno de los desafíos más importantes para el proyecto: ganarse la confianza de millones de usuarios y garantizar la seguridad de sus datos y operaciones.
El director general de Spin, Juan Carlos Guillermety, confirmó que la empresa presentará una solicitud ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Banco de México (Banxico) para obtener una licencia bancaria, lo que permitiría ofrecer servicios como pago de nómina y ampliar el portafolio de productos. Actualmente, Spin opera bajo una licencia fintech, que limita el alcance de su oferta.
Con más de 14.5 millones de usuarios en su tarjeta de débito y 58.3 millones en su programa de lealtad, la compañía manejaría un volumen significativo de información personal y transacciones diarias, lo que eleva las exigencias en seguridad digital. Una vez obtenida la licencia, los depósitos estarán respaldados por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), un paso clave para generar confianza.
Sin embargo, el Índice de Confianza Digital 2025, elaborado por Thales señala que la confianza digital del cliente no depende solo del respaldo legal, sino también de la capacidad para prevenir fraudes, proteger datos sensibles y ofrecer canales efectivos de atención. La amplia red de Oxxo —con más de 20 mil sucursales en el país— podría ser una ventaja para dar soporte físico, pero también implicará la capacitación de miles de empleados en protocolos de seguridad y manejo de información.
En un mercado donde más de 80 millones de mexicanos visitan Oxxo cada mes, los riesgos de ciberataques y suplantación de identidad aumentan proporcionalmente al tamaño de la base de usuarios. Por ello, la implementación de tecnologías como autenticación multifactor, monitoreo en tiempo real de transacciones y encriptación avanzada será determinante para la aceptación de sus productos bancarios.
La compañía no ha detallado públicamente sus planes de ciberseguridad ni las inversiones que destinará a este rubro, un vacío que genera expectativa en el sector. Según analistas, una comunicación clara sobre cómo se protegerán los datos y qué mecanismos se aplicarán frente a incidentes podría marcar la diferencia en la adopción masiva de sus servicios.
Además, la atención al cliente será otro factor clave. En un entorno digital, los usuarios esperan respuestas rápidas y soluciones efectivas ante problemas como cargos no reconocidos o bloqueo de cuentas. La integración de atención presencial en Oxxo con canales digitales podría convertirse en una ventaja competitiva si se gestiona de forma eficiente.
El reto no es menor: segmentos socioeconómicos C, C-, D+ y D, a los que se orientará la oferta, han sido históricamente menos atendidos por la banca formal y más expuestos a fraudes y prácticas abusivas. Ganar su confianza implicará no solo tecnología y seguridad, sino también educación financiera para que los clientes comprendan y utilicen de manera segura los nuevos servicios.
Con su infraestructura y alcance, Femsa tiene la posibilidad de transformar la forma en que millones de mexicanos acceden a servicios financieros. No obstante, la seguridad digital y la protección de datos serán el pilar que determine si Oxxo y Spin pueden consolidarse como un banco confiable en un mercado cada vez más competitivo.
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