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Cansados de que las calles de San Francisco se utilicen como campo de pruebas para la última tecnología y aplicaciones de transporte, los líderes de la ciudad están considerando exigir a las empresas obtener permisos antes de probar nuevas ideas de alta tecnología en público.
Partidarios de la legislación dicen que sería la primera de su tipo en Estados Unidos e indican que desde hace mucho tiempo está atrasada en una ciudad donde están ubicadas las principales compañías tecnológicas. La ciudad de San Francisco está acostumbrada a reaccionar repentinamente cuando una nueva tecnología llega y quedó demostrado al momento de arribar scooters eléctricos hace algunos años. La tendencia de uso de scooters ha generado quejas de personas en ciudades de todo el país.
La industria de la tecnología colmó a San Francisco de empleos bien remunerados y consolidó su reputación como un lugar para grandes ideas, pero el éxito de las empresas locales Airbnb, Lyft y Uber ha molestado a algunos residentes a medida que las calles se han congestionado y la escasez de viviendas ha empeorado.
Se espera participación de la Oficina de Tecnología Emergente, la cual servirá como una ventanilla única para empresarios que deseen probar sus productos en el espacio público de San Francisco. La oficina no permitirá a las empresas experimentar en las calles de esta ciudad, si no demuestran con pruebas que la tecnología es un bien publico neto.
No está claro cómo se utilizarán los criterios para evaluar las propuestas, pero las empresas que comparten datos, garantizan la seguridad y la privacidad pública durante las pruebas y promueven la creación de empleo serían las calificadas para experimentar en las calles.
Dicha oficina estaría encargada de la supervisión de nuevas tecnologías lanzadas en la ciudad, sin embargo la legislación no detalla todas las tecnologías posibles que la oficina tendrá a su cargo.
Los funcionarios locales tienen el deber de proteger la infraestructura pública y enviar el mensaje de que el espacio público está diseñado para cualquier persona con habilidades de codificación y una buena idea. Por otro lado, demasiado control local y obstáculos pueden ser fácilmente manipulados por intereses creados para luchar contra el avance.
El estratega político de San Francisco, Jon Golinger, dice que es hora de que el Ayuntamiento tome control tras casi una década donde líderes políticos permitieron la experimentación en la ciudad por parte de las empresas tecnológicas. La libre experimentación permitió a empresarios tecnológicos ser millonarios, pero no proporcionó suficiente bien público a una ciudad con precios altos y escasez en vivienda, aunado a un aumento en desigualdad de ingresos.
Cabe recordar que San Francisco no comenzó a regular Airbnb hasta 2014, años después de que la compañía comenzara a anunciar alquileres a corto plazo a pesar de una ley de la ciudad donde se prohibía tales estadías. Los funcionarios también se están enredando con Uber y Lyft por la congestión, los datos de los usuarios y el pago de los conductores, entre otros problemas.
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