
Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Con motivo de asegurar el dominio sobre el mercado de minerales críticos y tierras raras, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un acuerdo de inversión de más 3 mil millones de dólares con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese. Tras los nuevos controles de exportación establecidos por el gobierno chino, el sector tecnológico es uno de los más afectados por la competencia de minerales entre China y el país norteamericano.
De acuerdo con Patent PC, la década de 2020 a 2030 será decisiva para el futuro de la industria de semiconductores a nivel global. Con un valor estimado en un trillón de dólares, los microchips encabezarán la competencia y marcarán las tendencias relacionadas con el manejo de minerales raros y políticas comerciales, añadió.
La investigación de 5 años realizada por el portal de computación informó que la autosuficiencia tecnológica de China en materia de semiconductores incrementó sin precedentes desde la pandemia por Covid-19. Antes de ser un destino clave de exportación e inversión tecnológica, el país asiático tenía un índice de autosuficiencia de semiconductores del 16 por ciento.
Desde el establecimiento de los hubs tecnológicos en zonas como Hangzhou, Shenzhen, y Shanghai, así como el incremento de la participación económica del sector tecnológico, China ocupa un lugar de peso en la gestión de los recursos para la industria de semiconductores. Entre ellos, los elementos de tierras raras (REE, por sus siglas en inglés) representan una contramedida a las tarifas de aranceles impuestas en 2025 por el presidente Trump.
Los ajustes aduanales emprendidos por la Casa Blanca desde el 4 de abril inauguraron un episodio de negocios y geopolítica marcada por el comercio de minerales críticos. En casos como China, estos recursos recibieron límites de exportación para beneficiar a los socios comerciales. Mientras que, en el caso de Ucrania, los minerales sirven un propósito de negociaciones para administrar la guerra con Rusia.
Según Fastmarkets, el control de minerales y tierras emprendido por el presidente de China, Xi Jinping, tendrán un mayor efecto sobre las exportaciones de litio. Frente a las iniciativas de transición energética con una mayor demanda de baterías, este recurso enfrenta volatilidad de precios y dificultades de disponibilidad.
Asimismo, el litio permanece como un marcador clave de la política estadounidense, el cual abarca desde intervenciones económicas, hasta alianzas con países de la anglósfera. Por ello, la Casa Blanca firmó un acuerdo con Australia, uno de los países con mayores yacimientos de este mineral, con objeto de impulsar el mercado doméstico a 53 mil millones de dólares.
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