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La clase política mundial recibe un golpe mediático luego de que Twitter se vuelve pionero de la política publicitaria de conflictos al anunciar que los mensajes pagados por políticos no serán permitidos a partir del 22 de noviembre de 2019. Esta medida también aplicará a controversias políticas buscadores en posición a través de pagos en la plataforma. La decisión se toma por las crecientes críticas de desinformación por parte de políticos en redes sociales.
Jack Dorsey, CEO de Twitter, indicó en su cuenta "hemos tomado la decisión de parar todos los anuncios políticos en Twitter a nivel global. Creemos que los mensajes políticos deben ganarse, no ser comprados".
Posteriormente Dorsey señaló que las campañas políticas deben lograr una tracción con los usuarios a través retweets y likes para así obtener nuevos seguidores. Este veto a los mensajes pagados es un claro mensaje que la red de microblogging desea evitar recibir pagos para llegar a más personas en su red, al conllevar riesgos significativos en el campo de la política.
Esta postura de Twitter no afectará en la emisión de tweets pagados por parte de empresas que busquen posicionar su contenido publicitario, ni tampoco a los usuarios comunes que busquen promoción.
Donald Trump, quien busca reelegirse en noviembre de 2020 como presidente de Estados Unidos, fue el primero en reaccionar a través de su jefe de campaña Brad Parscale mediante un comunicado que decía "Twitter acaba de renunciar a cientos de millones de dólares en potenciales ingresos, una decisión muy tonta para sus accionistas".
Con esta noticia, Twitter realiza una acción contraria a Facebook. Recientemente Mark Zuckerberg señaló de incorrecto que su empresa censure mensajes de políticos que falten a la verdad durante los periodos destinados a las elecciones. Además esta decisión de la red social del pajarito azul cambia el panorama de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2020, basta recordar el año 2016 cuando la empresa liderada por Dorsey persuadía a los actores políticos para promocionar sus mensajes.
Ahora que los mensajes políticos tendrán que penetrar a la sociedad sin el aparato publicitario de Twitter, los anuncios esperan esperan mezclarse con las opiniones personales de los usuarios sin someterse a reglas, podría suponer desinformación y noticias falsas, algo ocurrido en las elecciones de Estados Unidos en 2016.
Redes sociales como Facebook, Instagram y YouTube, las cuales no han vetado la propagación de anuncios pagados por parte de políticos de todo el mundo, podrían incrementar sus ingresos además de seguidores al comenzar la medida prohibitiva de Twitter. Cabe señalar que Facebook cuenta con 2 mil 200 millones de usuarios, seguido de YouTube con 2 mil e Instagram con mil millones.
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