El trasplante capilar, conocido también como microingerto de cabello o implante capilar, consiste en una técnica quirúrgica poco invasiva con la finalidad de restaurar el cabello en las zonas en las que se ha perdido el folículo, lo cual hace imposible el crecimiento.
Para realizar un trasplante capilar, se necesitan dos zonas: la zona donadora y la zona receptora. La donadora se extrae de una parte del cuerpo menos visible que el centro, los costados o la parte frontal de la cabeza, mientras que la receptora es la que sufre de calvicie.
"No es necesario manifestar una calvicie evidente para beneficiarse de este tratamiento" manifestó el Dr. Enrique Orozco, especialista en trasplante capilar, certificado por la ABHRS y CEO de la Clínica DrEO. "Algunas personas que presentaban áreas difusas con pérdida de cabello se lo han practicado y los resultados obtenidos fueron más allá de sus expectativas."
Cualquier parte del cuerpo puede recibir un trasplante capilar. De modo que la persona que desee poblar sus cejas, lucir una barba copiosa o un bigote, puede hacerlo mediante esta técnica sencilla e indolora.