Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
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Con todo y la crisis sanitaria por Covid-19, los ciberataques no se detienen, ya sea a una institución gubernamental, centros de salud, cualquier usuario o algún electrodoméstico inteligente, todos ellos son vulnerables a los ataques dirigidos por parte de los hackers, que incluso han vulnerado la seguridad informática de los juguetes sexuales, productos que han aumentado sus ventas hasta en un 200 por ciento en tiendas online desde el inicio de la cuarentena, según una encuesta de la plataforma Gleeden.
A pesar del incremento en ventas en línea en juguetes sexuales, existen algunos riesgos una vez adquirido el producto, uno de ellos son los ciberataques que pueden sufrir algunos dispositivos principalmente los "Teledildonics", juguetes con gran popularidad por combinar el placer del sexo y la tecnología. Estos gadgets incorporan una amplia gama de funciones que van desde chats grupales y mensajes multimedia, hasta la capacidad de conectarse con asistentes inteligentes y ceder el control del dispositivo a otros usuarios a distancia.
Denise GuistoBilic, investigadora de ciberseguridad en ESET Latinoamérica afirmó durante el foro de tendencias en ciberseguridad en 2021 de la empresa, el próximo año se espera un aumento en los ataques a dispositivos sexuales conectados al Internet de las Cosas (IoT). "Estos dispositivos son capaces de controlarse por medio de un smartphone o cualquier ordenador; encima, se puede acceder a ellos a través de Internet vía remota, eso puede generar una gran incertidumbre principalmente si los equipos de seguridad informática no están preparados para algo ataque de esa índole", subrayó.
Los hackers no entienden de límites y recientemente la empresa Pen Test Partners (PTP, por sus siglas en inglés) encontró una falla que permitía a cualquier persona bloquear de forma remota un juguete sexual desarrollado por la empresa china Qiui, el cual consiste en un anillo de castidad masculino conectado a Internet y permite a los usuarios controlar con pulsaciones eléctricas el instinto sexual de su pareja a través de una aplicación. El dispositivo denominado Cellmate es el primero en su categoría controlado por una app.
Qiui, empresa encargada en fabricar y vender el Cellmate corrigió el error luego de que un equipo de ciberseguridad de la compañía con sede en Buckingham descubriera la forma de engañar al servidor con el propósito de revelar el nombre registrado de cada propietario del dispositivo, entre otros detalles personales como ubicación en tiempo real, dónde se había utilizado la aplicación, además de revelar los códigos únicos designados para cada dispositivo. "La mayor parte del tiempo, el problema de ser víctimas de ciberataques es la divulgación de información personal o datos confidenciales. En cambio, en esta situación, los usuarios pueden quedar encerrados físicamente", afirmó Alex Lomas, investigador de la firma británica.
Hasta el momento, se desconoce con precisión si este tipo de ataques informáticos han sido explotados en un entorno práctico y en qué medida, pero la realidad es que cualquier dispositivo conectado a Internet, ya sea un juguete sexual, un ordenador, un automóvil o una cafetera que puede ser manipulado a distancia representa un peligro cuando no hay de por medio un software capaz de contener los ciberataques y eliminar cualquier tipo de malware.