Ciudad de México,
Martín Olivera
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El doomscrolling, o el consumo excesivo de noticias negativas en redes sociales y medios digitales, se convirtió en un problema común. La facilidad de acceso a la información y los algoritmos diseñados para priorizar contenido impactante pueden hacer que los usuarios pasen largos periodos revisando titulares angustiantes. Esta práctica no solo afecta la productividad, sino que también puede generar ansiedad y estrés.
A pesar de lo difícil que parece, es posible reducir el doomscrolling con algunas estrategias efectivas. Expertos en tecnología señalaron que "las plataformas digitales están diseñadas para captar nuestra atención el mayor tiempo posible, lo que hace que sea complicado alejarse de ellas". Sin embargo, con ciertas tácticas, es posible recuperar el control del tiempo de pantalla y mejorar el bienestar digital.
Las redes sociales y sitios de noticias utilizan algoritmos que priorizan contenido basado en las interacciones previas del usuario. Esto significa que, si una persona consume noticias negativas con frecuencia, la plataforma le mostrará más contenido similar, creando un ciclo difícil de romper.
Además, la inmediatez de la información y las notificaciones constantes refuerzan la necesidad de revisar el teléfono repetidamente. Un estudio publicado en la revista Technology, Mind, and Behavior encontró que la exposición prolongada a noticias alarmantes puede aumentar la percepción de amenaza y afectar la salud mental.
Las empresas tecnológicas implementaron herramientas de bienestar digital, como los recordatorios de tiempo de uso, pero muchos usuarios tienden a ignorarlas o desactivarlas con facilidad. Para frenar el doomscrolling, es necesario aplicar medidas más estructuradas y modificar ciertos hábitos digitales.
Para disminuir el consumo excesivo de noticias negativas, se pueden implementar diversas tácticas, entre ellas:
Si bien dejar de hacer doomscrolling puede ser un reto, la implementación de estas estrategias puede ayudar a reducir la exposición constante a noticias negativas, fomentar hábitos digitales más saludables y mejorar el bienestar general.