Ciudad de México ,
Carlos Ortíz
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress/Composición)
El gobierno de China prohibió a las empresas tecnológicas nacionales comprar chips de inteligencia artificial de Nvidia, en una medida que refuerza el impulso hacia el desarrollo de semiconductores locales. La decisión fue anunciada por la Administración del Ciberespacio de China, según informó el Financial Times.
La orden afecta directamente a compañías como ByteDance y Alibaba, que deberán suspender la compra y pruebas del RTX Pro 6000D, un servidor desarrollado por Nvidia específicamente para el mercado chino. De acuerdo con medios internacionales, ya desde agosto Pekín había desalentado la adquisición de estos dispositivos y promovía alternativas nacionales.
El veto representa un golpe al ecosistema tecnológico del país. Aunque firmas como Huawei y Alibaba trabajan en diseños propios de chips de IA, Nvidia sigue siendo líder mundial y sus procesadores están considerados entre los más avanzados en el sector.
Durante una conferencia de prensa, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, declaró:
"Solo podemos estar al servicio de un mercado si un país así lo desea. Estoy decepcionado con lo que veo, pero tienen agendas más amplias que resolver entre China y Estados Unidos. Y tengo paciencia al respecto. Seguiremos apoyando al gobierno y a las empresas chinas según sus deseos".El contexto comercial entre Estados Unidos y China ha sido determinante en este proceso. En abril, la administración del presidente Donald Trump impuso requisitos de licencia para vender chips de inteligencia artificial en territorio chino, medida que según Nvidia significó una pérdida de 8 mil millones de dólares en ingresos durante el segundo trimestre.
Posteriormente, en junio, la empresa decidió excluir a China de sus pronósticos financieros al considerar que estaba prácticamente fuera del mercado. Aunque en julio el gobierno estadounidense flexibilizó la medida, permitiendo la venta bajo licencias especiales, y en agosto anunció que recibiría 15% de los ingresos de los chips vendidos en China, la compañía reportó que aún no se concretaban operaciones bajo ese esquema.
Con la nueva prohibición, Nvidia enfrenta mayores obstáculos para recuperar presencia en el país asiático, mientras que Pekín reafirma su estrategia de autosuficiencia tecnológica y busca consolidar a sus fabricantes de semiconductores en la carrera global por la inteligencia artificial.