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En los años más recientes se ha popularizado usar apps de citas para conocer personas, y su uso ha incrementado aún más en las condiciones de confinamiento de la pandemia de Covid-19. La empresa Statista señala que el 15% de sus encuestados estadounidenses de 18 a 29 años, y el 19% de 33 a 44 años, son usuarios de Tinder. Además de estos datos de abril de 2020, Statista también comparte su pronóstico de ingresos para el mercado de citas online: 3,241 millones de dólares para 2021. No obstante, el uso de esta tecnología no está exento de aspectos negativos, incluyendo el potencial de perjudicar a personas de comunidades marginalizadas, como las minorías raciales o la comunidad LGBTQ+.
Respecto a este tema, el MIT Media Lab, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), realizó un informe a partir de la cobertura de noticias relacionadas con aplicaciones de citas en línea. Mediante la plataforma de análisis de contenido Media Cloud, los investigadores identificaron 21 mil historias sobre citas en línea en medios de Estados Unidos, entre enero de 2019 y julio de 2020. Aunque el enfoque de la investigación fue, en un principio, los peligros para la comunidad LGBTQ+, pronto descubrieron que los peligros de estas plataformas están íntimamente ligados a la raza y el racismo.
Estos peligros incluyen la filtración de datos y características de diseño discriminatorias en estas aplicaciones de citas en línea. Respecto a la filtración de datos, las noticias analizadas sugieren que el uso malicioso de estas aplicaciones pueden utilizarse para cometer crímenes de odio contra la comunidad LGBTQ+, exponiéndola a peligros físicos. La cobertura mediática de Grindr en 2020, señala el informe, abarca historias de acoso, acecho, protección de datos inadecuados y comentarios racistas durante la pandemia de Covid-19. Los hallazgos sugieren una protección insuficiente, al día de hoy, para los usuarios de estas plataformas.
Como ejemplo, en abril de 2020, medios de comunicación internacionales denunciaron una campaña de acoso en línea, en Marruecos, contra miembros de la comunidad LGBTQ+. Mediante perfiles falsos en aplicaciones de citas para personas del mismo sexo, un grupo de gente filtró información personal de otros usuarios, divulgando su orientación sexual o identidad de género sin su consentimiento. En un país donde la homosexualidad está penada por la ley, las víctimas fueron expuestas a daños físicos, enjuiciamiento y medidas discriminatorias, asegura la organización no gubernamental Human Rights Watch.
Sobre el racismo en estas plataformas, la investigación del MIT Media Lab observó una amplia cobertura noticiosa del término "racismo sexual". Este se refiere a una forma de prejuicio racial en el contexto del sexo o el romance. El racismo sexual puede reforzar las divisiones y prejuicios raciales, sobre todo en apps donde existen filtros de raza, asegura el reporte. Esta problemática se ha señalado desde años atrás, pero ha vuelto a tomar relevancia con el movimiento Black Lives Matter.
Una investigación de 2018 de la Universidad Cornell señaló entonces la necesidad de rediseñar las apps de citas para reducir los prejuicios raciales. "Las plataformas de citas tienen la oportunidad de alterar estructuras sociales particulares, pero pierdes esos beneficios cuando tienes características de diseño que te permiten eliminar a personas que son diferentes a ti", explican los autores del estudio.
Las aplicaciones de citas en línea pueden ser de gran ayuda para conectar con otras personas, en especial en tiempos de confinamientos intermitentes. No obstante, es imprescindible crear espacios seguros libres de violencia y perjuicios para las comunidades marginalizadas. Los miembros de comunidades racializadas y LGBTQ+ no son menos cuidadosos con sus redes sociales en comparación con otras personas. Sin embargo, sí son más vulnerables a ataques maliciosos tan sólo por existir y formar parte de éstas.
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