Ciudad de México,
Gustavo Torres
Crédito foto: Sora Shimazaki vía Pexels
El robo de identidad a través de un ciberataque ha incrementado tras la llegada de la pandemia. Según la plataforma de ciberseguridad ESET, en 2020 la Comisión federal de comercio de Estados Unidos reportó 1.4 millones de denuncias por robo de identidad, lo doble que en 2019. En este tipo de ciberataques, el ciberdelincuente se hace con información personal de alguien con la intención de cometer algún tipo de fraude. Aunque la amenaza pueda venir de cualquier dispositivo electrónico, existen diferentes situaciones que encienden las alarmas por robo de identidad.
De acuerdo ESET, los datos robados se venden en foros en la dark web. Luego son comprados en masa y analizados por delincuentes dedicados al robo de identidad. De esta manera pueden vender los datos previamente probados en otra oportunidad o bien usarlos ellos mismos. Entre los posibles objetivos del ciberataque están realizar pagos fraudulentos, en caso de robo de tarjetas de credito, ataques de ingeniería social, sacar líneas de crédito a su nombre. Además de un sinfín de tipos de fraudes a través del seguro de salud o reembolso de impuestos.
Para detectar que una identidad ha sido robada o comprometida, ESET recomienda tener activo cualquier tipo de antivirus o protección digital. Este será el primer filtro del ciberataque y puede llegar a alertar a través de un aviso de brecha de seguridad.
Aunque no hay una formula infalible para detener, o incluso detectar, un ciberataque de robo de identidad, existen algunos pasos preventivos recomendados por ESET. Entre ellos están activar la autenticación de dos pasos en todas las cuentas virtuales y utilizar contraseñas seguras, largas y únicas para cada una. Además de contar con una solución antimalware actualizada, evitar tiendas de apps no oficiales y no iniciar sesión en cuentas al estar conectado a una red Wi-Fi pública.