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Pese a los grandes avances de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), aún existen diversos retos para reducir la brecha digital. Mientras en el norte de Europa el 96% de las personas tiene acceso a internet, en África oriental sólo lo tiene el 24%, según el portal de estadística Statista. Aunque esta pueda parecer la forma más obvia de brecha digital, las diferencias tanto geográficas como sociodemográficas determinantes para el nivel de privacidad digital también son un factor importante. En este sentido, un estudio reciente encontró que son los jóvenes, de entre 15 y 32 años, quienes expresan mayor preocupación por su privacidad digital, comparado con otros rangos de edad mayores.
De acuerdo con la investigación publicada en la revista IEEE Access, los sistemas TIC actuales recopilan cantidades masivas de datos de los usuarios. Esto ha generado preocupación por las posibles violaciones a la privacidad de los usuarios de las TIC, y la necesidad de normas de protección respecto a qué datos y de qué forma deben recopilarse. Sin embargo, una brecha en la privacidad digital persiste, en función de patrones sociodemográficos como la edad, el género, la ubicación geográfica, la ocupación y la educación.
Los autores de este estudio llevaron a cabo encuestas para determinar los patrones sociodemográficos involucrados en las diferencias de la privacidad digital. Su análisis arrojó resultados interesantes sobre la brecha de privacidad digital, entre los que resalta una mayor preocupación de los jóvenes de entre 15 y 32 años de la privacidad digital. Además, el estudio encontró un impacto mínimo de factores como el origen étnico, la ocupación y el nivel educativo superior de los usuarios en los niveles de privacidad digital.
Entre los problemas relacionados con la privacidad digital se encuentra la comisión de delitos relacionados con el robo de identidad. Esto incluye pérdidas financieras, fraudes de seguros médicos, fraudes bancarios y de préstamos y suplantación de identidad criminal. Debido al aumento actual en el acceso a internet y otras TIC, con el tiempo, más usuarios se verán afectados por los problemas de la brecha de privacidad digital, aseguran los investigadores. Según el Informe anual de Internet (2018-2023), de la empresa de equipos de telecomunicaciones Cisco, el 66% de la población mundial tendrá acceso a internet en 2023, un aumento de mil cuatrocientos millones de usuarios con respecto a 2018.
Por esto, en su estudio resaltan dos recomendaciones para evitar las consecuencias financieras, sociales y psicológicas de las violaciones a la privacidad digital resultado de la brecha digital existente. La primera es introducir regulaciones de privacidad digital en todos los países equiparables al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la legislación europea. Además, señalan, se debe habilitar como preferencia predeterminada la protección de la privacidad para todos los usuarios de TIC, independientemente de sus patrones sociodemográficos o país de residencia.
La segunda de sus recomendaciones señala la obligación de investigadores y educadores de concientizar sobre el problema de la brecha de privacidad digital. Los investigadores consideran necesario incluir en la currícula de enseñanza componentes significativos que aborden la privacidad digital, aunado al trabajo de los medios para llevar este conocimiento a la audiencia en general.
Mientras mucho de la discusión y enseñanza de la ciberseguridad se enfoca en prevenir el acceso no autorizado de terceras partes a información, la privacidad digital considera otros aspectos. En este momento son los más jóvenes quienes muestran una mayor preocupación por regular cómo se recopila, procesa y comparten datos a través de las TIC. Hoy en día se debe trabajar por extender esta concientización en otros sectores sociodemográficos y fortalecer la idea de la privacidad digital como un derecho humano universal.
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