Ciudad de México,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Si Kamala Harris logra convertirse en la candidata presidencial, los demócratas contarían con una figura con fuertes vínculos con la industria tecnológica. La vicepresidenta, oriunda de Oakland, en el área de la Bahía, mantuvo una larga relación con el sector tecnológico. Su carrera comenzó siendo fiscal del distrito en San Francisco y continuó como fiscal general de California antes de su elección al Senado en 2016.
Durante sus primeros años, recibió el apoyo de destacados inversores de capital riesgo como John Doerr y Ron Conway, y más recientemente, del cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman. No obstante, algunas figuras del sector tecnológico, como Reed Hastings, cofundador de Netflix, mostraron reservas o han solicitado una convención abierta.
A pesar de la cercanía con el sector tecnológico, Harris fue crítica con el poder de las grandes corporaciones. Como fiscal general, se la acusó de no tomar medidas suficientes para frenar el crecimiento desmedido de los gigantes tecnológicos. Sin embargo, su actitud hacia estas empresas fue mixta y, mientras ejerció como senadora, Harris presionó a las redes sociales para abordar el problema de la desinformación.
Durante el 2020, cuando Elizabeth Warren abogó por desmembrar gigantes del sector tecnológico como Amazon, Google y Facebook, Harris se inclinó por una regulación más estricta, asegurando la protección de la privacidad de los consumidores. En su rol de vicepresidenta, Harris abordó temas relacionados con la regulación de la inteligencia artificial (IA).
Tal es así, junto con el presidente Biden rechazaron la falsa dicotomía entre proteger al público y fomentar la innovación. Asimismo, la vicepresidenta apoyó la orden ejecutiva de Biden, instó a las empresas a establecer nuevos estándares para el desarrollo de la IA. Según Harris, estos compromisos voluntarios son un primer paso hacia un futuro más seguro en IA, destacando la necesidad de regulación para evitar que las empresas prioricen las ganancias sobre el bienestar de los consumidores y la estabilidad democrática.
Sin embargo, algunos críticos del sector tecnológico, como los capitalistas de riesgo Marc Andreessen y Ben Horowitz, expresaron su preocupación por una posible "sobrerregulación" de la IA bajo la administración Biden, influyendo en apoyo a Donald Trump. Otro tema controversial para la vicepresidenta, como la regulación de TikTok, aunque se mostró con una postura mixta, planteó preocupaciones de seguridad nacional sobre su empresa matriz ByteDance, aclarando que no se propone prohibir la aplicación.