
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Pequeñas y medianas empresas encabezan una tendencia poco esperada dentro del entorno industrial: priorizar inversiones en seguridad eléctrica. Según información a la que NotiPress tuvo acceso, firmas de este segmento económico se están adelantando en adoptar soluciones especializadas frente a riesgos que pueden comprometer la continuidad de sus operaciones, incluso su permanencia en cadenas de exportación.
De este modo, la seguridad eléctrica dejó de considerarse un asunto exclusivo del cumplimiento normativo. Hoy representa un componente esencial para evitar pérdidas operativas asociadas con fallas de suministro, accidentes y sanciones. Este enfoque ha cobrado fuerza entre fabricantes que dependen de infraestructura crítica para mantener sus compromisos de producción y logística, especialmente aquellos con vínculos comerciales en Estados Unidos.
Juan Medina, Territory Account Manager en Panduit, afirmó: "Hablar de seguridad eléctrica no es solo hablar de puesta a tierra. Es hablar de proteger vidas, evitar fallas catastróficas, cumplir normas internacionales de construcción y operación y cuidar las finanzas de empresas, tanto desarrolladoras e integradoras como de usuarios finales".
Los riesgos eléctricos se extienden más allá del daño inmediato a instalaciones. En México, eventos de este tipo tienen repercusiones directas sobre las primas que las compañías pagan al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Altos índices de siniestralidad elevan estos costos, los cuales no pueden corregirse en el corto plazo. "Una empresa con alta siniestralidad paga más, y revertir ese daño financiero puede tomar más de un año de auditorías y cumplimiento", explicó Medina.
A nivel regulatorio, industrias que operan bajo estándares como la NFPA 70E o las disposiciones de la OSHA enfrentan exigencias técnicas precisas. Cumplir con estos marcos no se limita a evitar multas, también permite participar en contratos internacionales donde dichas certificaciones son requisito indispensable.
Soluciones disponibles incluyen desde sistemas de puesta a tierra certificados hasta herramientas para etiquetado de componentes críticos. Procedimientos de bloqueo y etiquetado (LOTO), conexiones eléctricas conforme a normas como IEEE o UL, así como impresoras especializadas para identificación, forman parte del ecosistema que múltiples empresas ya comenzaron a implementar.
Panduit destaca además la incorporación de herramientas ergonómicas como una medida preventiva frente a lesiones repetitivas, entre ellas el síndrome del túnel carpiano. De acuerdo con la firma, compañías como Siemens reportaron reducciones en casos tras adoptar estas tecnologías.
En el contexto nacional, los datos del IMSS revelan una media de 1,100 accidentes laborales cada día, junto con aproximadamente 560 muertes anuales por electrocución. Frente a estas cifras, evitar incidentes no solo es una cuestión de seguridad, sino también de eficiencia operativa y estabilidad financiera.
"La infraestructura eléctrica y de red blindada sin una puesta a tierra correctamente implementada, tiene un alto riesgo de comprometer toda la inversión. Nuestras soluciones buscan integrar TI, mantenimiento, manufactura y seguridad en un solo frente de protección", concluyó Medina.
Este panorama sugiere que, en un entorno donde el tiempo y la precisión determinan la competitividad, priorizar la seguridad eléctrica podría significar la diferencia entre operar con estabilidad o enfrentar consecuencias financieras prolongadas.
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