Ciudad de México ,
Paloma Takahashi
Crédito foto: Hikvision
Hikvision lanzó al mercado nuevas cámaras antiexplosivas exclusivas para vender y comercializar en el sector industrial mexicano. Estas cámaras podrían ayudar a aumentar la seguridad, el mismo tiempo de reducir el riesgo de incendios y explosiones. Además de velar prioritariamente por la protección de los empleados y de las instalaciones de las compañías. Hikvision es una empresa china enfocada a vender productos de video principalmente, todos relacionados con la tecnología del Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés).
La cámaras CCTV o Circuito Cerrado de Televisión son artículos que serán reemplazados por la nueva apuesta de cámaras antiexplosivas. Pues la cubierta de plástico de la mayoría de las cámaras de CCTV pueden entrar rápidamente en contacto con la atmósfera o con el equipo cercano y acrecentar el incendio o explosión.
Si bien no siempre es posible controlar la presencia de gases o materiales inflamables en su entorno, sí se puede controlar la fuente de combustión con equipos de seguridad antiexplosivos, como las innovadoras cámaras. Sin embargo, este tipo de cámaras no son necesariamente capaces de sobrevivir a una explosión o un incendio de grandes proporciones. Pero sí pueden garantizar que ninguna chispa o llama originada en el propio dispositivo cause daños mayores al encender gases en el medio ambiente.
Para ello, Hikvision compartió con NotiPress, las características principales con las que cuentan las cámaras antiexplosivas. La más importante es que garantizan que las chispas o llamas originadas en el dispositivo nunca provoquen incendios ni explosiones. En este sentido, las cámaras y otros dispositivos de seguridad deben asegurarse de formas específicas como las siguientes:
Usar materiales a prueba de explosiones en la cubierta exterior del producto. Las principales cámaras antiexplosivas utilizan materiales a prueba de explosiones para garantizar que las chispas y las llamas no enciendan ni la atmósfera ni los equipos cercanos. Esto significa, el dispositivo está completamente cubierto por una capa adicional de acero inoxidable de hasta 3,5 milímetros de grosor. Con este grosor de acero, los fabricantes pueden garantizar que sus dispositivos soporten hasta 1,5 veces la presión encontrada en el núcleo de una explosión.
Incorporar principios y estructuras de diseño a prueba de explosiones. Mediante el uso de un diseño cilíndrico a prueba de llamas dentro de la cubierta del producto de acero inoxidable, el gas explosivo interno puede guiarse hacia un conducto. De manera que las chispas y las llamas nunca entren en contacto con el medio ambiente. Pues si un incendio se inicia dentro de la cámara por motivos eléctricos o de otro tipo no podrá atravesar la cubierta, esto garantiza que el fuego nunca se extienda desde la cámara a otro equipo u otras zonas del sitio.
Cabe mencionar, las cámaras antiexplosivas han logrado una larga lista de acreditaciones y certificaciones, tanto para explosiones causadas por gases como por polvo inflamable y otros elementos. Estas soluciones están certificadas según los estándares de la industria ATEX, IECEx y UL 60079.
En concreto, el IECEx es un sistema de certificación altamente reconocido operado por la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI, por sus siglas en inglés) para el acceso a los mercados internacionales. Mientras que la Directiva ATEX se aplica en la Unión Europea para equipos destinados a ser utilizados en atmósferas potencialmente explosivas. Por último, UL 60079, emitido por Underwriters Laboratories, es un estándar de prueba regulado por NEC 505, y se utiliza en Norteamérica para equipos eléctricos en atmósferas explosivas.
Finalmente, en la mayoría de las industrias puede existir la posibilidad de que se forme una atmósfera explosiva, las cuales están presentes en la mayoría de procesos de fabricación y transformación. Es por eso que las cámaras antiexplosivas podrían ayudar a aumentar el nivel de seguridad de un entorno minimizando el riesgo de incendios y explosiones.