Foto: Bartosz Kwitkowski en Unsplash
Desarrollar circuitos electrónicos flexibles y eficientes ha sido objetivo de ingeniería durante años, pero debido a complicaciones técnicas el grado de miniaturización necesario lograr un alto rendimiento no se ha logrado. Empero, ahora todo podría cambiar gracias a que un grupo de investigadores de Stanford desarrollaron un nuevo método para manufacturar circuitos electrónicos flexibles y eficientes.
Fue publicado en la revista Nature Electronics el nuevo método para manufacturar circuitos electrónicos flexibles y eficientes, con el cual es posible crear componentes exponencialmente más pequeños. Circuitos de menos de 100 nanómetros, es decir, diez veces más delgados que un cabello humano señalan sus creadores y afirman superaron diversos retos técnicos de la ingeniería moderna. El desafío principal antes de este descubrimiento era que estos dispositivos requieren un proceso intensivo de calor y los materiales simplemente se fundían en el proceso.
La solución de los investigadores fue usar un sustrato base sólido sobre una losa de silicio recubierta con vidrio. Con ello formaron una capa de disulfuro de molibdeno semiconductor superpuesta con pequeños electrodos de oro y así lograron redimensionar los transistores a nanoescala. Después de unos pocos pasos de fabricación adicionales, los resultados fueron circuitos electrónicos flexibles y eficientes capaces de ofrecer un rendimiento mucho mayor que cualquier otro producido antes.
Manuel Quevedo, investigador de la Universidad de Texas, ante este descubrimiento indicó "este trabajo hará avanzar la tecnología en varios niveles.Con este nuevo método para manufacturar circuitos electrónicos flexibles y eficientes, el futuro de los dispositivos y la evolución exponencial del internet de las cosas se acercan a la realidad". Diversas empresas privadas llevan durante años tratando de crear nuevos materiales para reemplazar el silicio y ahora podría ser realidad encajar circuitos en espacios muy reducidos o en superficies curvas complejas.
Al menos en los últimos 15 años, científicos comenzaron a explorar cómo crear nuevo método para manufacturar circuitos electrónicos flexibles y eficientes. Dicha tecnología inició hace dos décadas como electrónica molecular, posteriormente evolucionó a electrónica orgánica y se desarrollaron nuevos materiales con funcionalidad pero poca duración. Recientemente se llegó a la flexible donde se utilizan materiales orgánicos e inorgánicos y se aplica a diversos campos. Como ejemplos de aplicaciones se tienen, en el ámbito militar, pantallas táctiles que se envuelven alrededor del brazo y detectores de radiación. En el campo médico hay sensores de guantes quirúrgicos inteligentes y dispositivos cerebrales destinados a prevenir ataques epilépticos.
Con un prototipo y una solicitud de patente en proceso los investigadores están pasando a otra etapa para refinar este nuevo método para manufacturar circuitos electrónicos flexibles y eficientes. Este es construir transistores similares utilizando otros dos semiconductores atómicamente delgados y con ello demostrar la amplia eficiencia de la técnica. Mientras tanto se plantean cómo integrar circuitos de radio en dispositivos, esto permitiría que las variaciones futuras se comuniquen inalámbricamente con el mundo exterior.
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