Ciudad de México,
Paloma Takahashi
Crédito foto: Freepik
Conforme con un estudio de la Universidad de Cambridge publicado en la revista Autism Research, las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) son más propensas a pertenecer a la comunidad LGBTQ+. A modo de contexto, por lo general se encasillaba a este tipo de personas como individuos no interesados en las relaciones sexuales o románticas. Sin embargo, estudios han sugerido que las personas con autismo tienen más probabilidades de experimentar una mayor diversidad de orientaciones sexuales.
Para la realización de la muestra, el Centro de Investigación del Autismo (ARC, por sus siglas en inglés) utilizó una encuesta anónima para estudiar la actividad, orientación y salud sexual de los adultos con TEA. El total de los participantes fue de mil 183 adolescentes y adultos autísticos, y mil 203 no autistas, todos de 16 a 90 años. Los resultados mostraron que el 70% de los hombres y 76% de las mujeres se involucran en actividades sexuales. No obstante, lo hacen en menor grado que los adultos no autistas, de los cuales el 89% de los hombres y mujeres tiene actividad sexual.
Es importante agregar, el sondeo reveló que los adultos y adolescentes tienen ocho veces más probabilidades de identificarse como asexuales y otra sexualidad, es decir, de formar parte de la comunidad LGBTQ+. En cuanto a las preferencias sexuales, los hombres tienen 3,5 veces más posibilidades de asumirse bisexuales, en comparación con los hombres no autistas. Mientras las féminas con autismo tienen tres veces más probabilidades de ser homosexuales, en contraste con las mujeres no autistas.
Al hacer una comparación entre féminas y hombres con TEA, las mujeres tuvieron más probabilidades de ser sexualmente activas. Así también, es más posible que se identifiquen como miembros de la comunidad LGBTQ+, ya sea por orientación sexual o género. Por su parte, Elizabeth Weir, investigadora principal del sondeo mencionó: "Comprender las identidades interseccionales de las personas con autismo quienes son asexuales, bisexuales, homosexuales u otra sexualidad es clave. Es importante que los médicos utilicen un lenguaje que afirme y acepte todas las orientaciones LGBTQ+, al brindar educación sexual y controles de detección de salud sexual a individuos autistas y no autistas por igual ".
Frente a ello, la doctora Carrie Allison, directora de estrategia en el ARC dijo: "Debemos asegurarnos de que las personas con autismo reciban atención médica equitativa. Deben de tener el mismo acceso a la atención médica y el apoyo en sus decisiones en sus vidas personales, para disfrutar de vidas satisfactorias". Finalmente, Simon Baron-Cohen, director del organismo de investigación, añadió: "Este nuevo estudio es un ejemplo importante de investigación en salud aplicada con relevancia política para los servicios de atención social y de salud".
Contrario a los estigmas sobre la falta de interés en las relaciones interpersonales, el estudio reveló que una parte importante de las personas con autismo son sexualmente activas y tienden a formar parte de la comunidad LGBTQ+. Bajo este contexto, es fundamental que este grupo tenga el mismo derecho de acceso a atención de salud en torno a su sexualidad.