Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Los jóvenes crecieron a la par de las redes sociales, sin embargo, entre la generación Z existen diferentes posturas en torno a ellas. El 92.5 por ciento de los encuestados en las Percepciones e imaginarios sobre la Juventud, consideran problemática la frecuencia del uso del teléfono y su necesidad de revisar las redes sociales. Entre otras cosas, el uso frecuente en redes sociales podría promover trastornos alimenticios.
Dicha encuesta, realizada por el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México y a la cual NotiPress accedió, se publicó en conmemoración del Día Internacional de la Juventud. Al ser parte de su día a día, el 88% de los jóvenes dijeron estar expuestos a contenidos que atentan contra la diversidad, pero el 70.7% consideró que se pueden encontrar influencias positivas y motivadoras.
Las redes sociales están inundas de influencers quienes, en su mayoría, imponen estándares de belleza poco realistas. De acuerdo con la encuesta, el 58% de las mujeres jóvenes experimentan más problemas relacionados con los estándares de belleza. Para el 48.4%, tener una talla acorde a los estándares de belleza puede causar demasiada presión entre las mujeres.
Un estudio publicado en International Journal of Eating Disorders, señaló que entre más tiempo se pase en redes sociales, mayor será el riesgo de padecer un trastorno de conducta alimentaria (TCA). El estudio, realizado en estudiantes de secundaria, se enfocó en el uso de Facebook, Snapchat, Instagram y Tumblr.
Tanto adolescentes, como adultos jóvenes, ponen mucho esfuerzo en como son percibidos en línea. Lo anterior provoca una mayor conciencia sobre el peso, la forma del cuerpo, el consumo de calorías y cuánto ejercicio se hace. Según el estudio, estos son los factores psicológicos principales que llegan a influenciar un TCA.
Además, se encontró que el 52% de las niñas y 45% de los niños deciden saltarse comidas, hacer ejercicio pesado, así como otras conductas asociadas con los TCA. De todos los participantes, aproximadamente el 75% de las niñas y 70% de los niños tenían al menos una red social, siendo Instagram la más común.
Pero también las redes sociales pueden orillar a los jóvenes a tomar otra serie de acciones, tales como realizarse cirugías o alguna intervención estética. El aumento de filtros, los cuales llegan a cambiar prácticamente todos los rasgos faciales, se ha considerado como preocupante. Según lo explicado por el Centro de Opinión Pública, estos filtros están asociados con las prácticas hechas por jóvenes para cumplir con lo catalogado "bello" en el internet.
Una encuesta de la Universidad de la Ciudad de Londres, señaló que en una muestra de 175 participantes de aproximadamente 20 años, el 90% de las mujeres dijeron usar filtros o editar sus fotos. Cuando se les preguntó cuáles usaban más, dijeron que los más comunes eran para emparejar el tono de la piel, hacerla más brillosa, broncearse y reducir el tamaño del cuerpo.
Otro uso de los filtros, señaló la encuesta británica, es el remodelar la quijada, nariz, hacer los labios más gruesos y tener ojos más grandes. El 94% de las encuestas, al preguntarle por qué lo hacían, dijeron sentirse presionadas de verse de determinada manera.
Si bien, es cierto que las redes sociales son alabadas por permitir a millones de personas conectarse entre sí, la realidad es que la salud mental de los jóvenes es amedrentada.