Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las grandes tecnológicas activaron una nueva línea de defensa digital: el control parental. En apenas seis semanas, Meta y OpenAI desplegaron medidas coordinadas para limitar el acceso de menores a contenidos sensibles y entornos de inteligencia artificial. Estas acciones surgieron en respuesta a demandas judiciales, filtraciones internas y presiones legislativas que colocaron la seguridad infantil en el centro del debate sobre el desarrollo tecnológico.
En septiembre, Meta presentó un comité de acción política denominado Proyecto de Excelencia Tecnológica Estadounidense. Según Axios, su propósito consiste en respaldar candidatos favorables al desarrollo tecnológico en distintos estados. Rachel Holland, portavoz de la empresa, señaló que el nuevo grupo priorizará "poner a los padres al mando de la experiencia de sus hijos con las aplicaciones en línea y las tecnologías de IA". Los documentos revelados previamente por medios estadounidenses mostraron antecedentes de interacciones inadecuadas entre chatbots y adolescentes, lo que intensificó las críticas hacia la corporación.
OpenAI enfrenta una demanda por el suicidio de un joven de 16 años. El caso, presentado por sus padres en agosto, acusa al sistema ChatGPT de ofrecer mensajes que habrían reforzado pensamientos autodestructivos. Tras el incidente, la compañía anunció controles parentales y verificación de edad en sus productos. Entre las acciones recientes figura el redireccionamiento de conversaciones sensibles hacia un modelo restringido y la introducción de límites de uso en ChatGPT y Sora 2. Jay Edelson, abogado de la familia, afirmó a Ars Technica que esas medidas "llegan demasiado tarde".
Igualmente, Instagram, propiedad de Meta, también incorporó nuevas reglas de seguridad. A partir de octubre, las cuentas pertenecientes a menores solo accederán a contenido clasificado PG‑13, evitando exposición a material con violencia extrema, desnudez sexual o consumo explícito de drogas. Además, la plataforma bloquea interacciones con publicaciones sujetas a un filtro denominado Contenido Limitado y restringe mensajes con términos vinculados a autolesiones o adicciones. La configuración no puede modificarse sin aprobación de padres o tutores, según informó la compañía.
Especialistas en salud mental consultados por la prensa estadounidense reconocieron avances, aunque advirtieron sobre la necesidad de mayor transparencia en la implementación de estas herramientas. Christine Yu Moutier, de la Fundación Estadounidense para la Prevención del Suicidio, calificó las acciones de OpenAI como "un primer paso prometedor" e instó a acelerar las mejoras.
Así, el conjunto de medidas refleja una coincidencia entre las principales plataformas: reforzar la protección infantil para reducir riesgos legales y restaurar confianza pública. Mientras Meta busca proyectar una imagen de liderazgo responsable mediante su comité político, OpenAI y sus competidores fortalecen protocolos de seguridad ante la creciente presión regulatoria. Instagram, por su parte, aplica su propia política de restricción global destinada a adolescentes en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Australia, con expansión prevista a otros territorios el próximo año.
Finalmente, las nuevas disposiciones en torno al control parental evidencian un cambio de rumbo dentro del sector tecnológico. Las herramientas de supervisión se consolidan como componente estructural en la estrategia de gobernanza digital y en la respuesta corporativa frente a los riesgos derivados del uso masivo de inteligencia artificial entre usuarios jóvenes.