Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: Thomas Jensen vía Unsplash
Uno de los sectores que se benefician continuamente de los avances tecnológicos es el sector salud. El desarrollo de nuevos y mejores sensores incursionan para crear dispositivos más avanzados, sean para la industria privada o no. Uno de estos avances son los termómetros inteligentes, dispositivos con conectividad, como lo requiere la industria 4.0, y son capaces de tomar la temperatura a distancia como lo ha requerido la pandemia por Covid-19.
Si bien los termómetros capaces de tomar la temperatura a distancia o de conectarse a un dispositivo inteligente no son creación reciente, la pandemia de coronavirus exigió que no sólo personal de salud o de gobierno necesitara utilizarlos sino también los comercios en proceso de abrir sus puertas en todo el mundo a medida que las restricciones de movilidad se levantan.
El mercado se ha llenado de diferentes termómetros pero destacan los hechos o asociados a Big Tech como el termómetro de Withings, que se sincroniza con la app Thermo, disponibles al sistema operativo iOS. La ventaja de esta conexión entre Withings y Thermo, así como de otros dispositivos con apps para smartphones, es el seguimiento sincronizado de varios usuarios por largos periodos de tiempo, además de consejos profesionales de salud, recordatorios para tomar medicamentos y hasta añadir fotos.
Otra app es la de la startup Kinsa, la cual tiene dos tipos de termómetros conectados y permite darle seguimiento a los pacientes de acuerdo a la edad, temperatura y síntomas, así como recomendaciones médicas. Si la app lo considera necesario, incluso puede diagnosticar el caso como urgente y recomendar llevar a la persona inmediatamente a emergencias. Este seguimiento permitió que muchos casos de Covid-19 en algunas ciudades de Estados Unidos pudieran ser atendidos a tiempo.
Por supuesto, también existen termómetros inteligentes que no están diseñados para el sector salud sino a diferentes industrias: en refrigeradores de la industria cárnica o de restaurantes, con el fin de detectar anomalías en su funcionamiento; y en la industria eléctrica o de construcción para el mantenimiento de los sistemas de climatización, refrigeración o de electricidad. Asimismo existen de diversas formas y tamaño, como pueden ser de pinzas, anemómetros, termohigrómetro o manómetro; tan especializados como se requiera.
Como toda nueva tecnología, una vez bien desarrollada busca no sólo continuar en mejoras o en obtener mejores datos, sino también que sean accesibles a un gran público en plena transición a la industria 4.0. Un ejemplo es Kinsa, que en la emergencia sanitaria donó cientos de sus termómetros inteligentes a escuelas de Estados Unidos. Una de las grandes metas en termómetros inteligentes es crear todo un ecosistema digital en dispositivos médicos para el sector salud privado y público.