Ciudad de México,
Belem Ruiz
Crédito foto: Fofo: Dinorah Judith Roman Ibarra (Google)
Entre los estadios deportivos más impresionantes de México destacan el de los Tomateros de Culiacán (con alrededor de 20 mil butacas para los beisboleros), el Olímpico Universitario (el segundo estadio más grande del país, con lugar para 72 mil espectadores) y el legendario Azteca (donde pueden darse cita más de 105 mil aficionados al fútbol). En otros lugares del mundo la transformación tecnológica ha comenzado a llegar a los estadios y busca mejorar la experiencia de los aficionados, desde el momento de la compra de boletos, pasando por el juego en sí y sin olvidar las interacciones vía apps una vez ha terminado el evento.
¿Hoy día quién quiere ir a un estadio a batallar por un lugar de estacionamiento, hacer largas filas para poder entrar al recinto y en ocasiones pagar altos precios por el acceso y además por las botanas o comida vendidas dentro del estadio? ¿Cómo pueden esos escenarios competir con la posibilidad de ver el mismo juego en tiempo real (sin la pérdida de casi dos horas en la búsqueda de estacionamiento y la fila para entrar al estadio), desde la comodidad del hogar o la sala de algún amigo, con los aperitivos de tu preferencia, en pantallas de alta definición y sonido envolvente, con la ventaja de escuchar a expertos comentaristas deportivos?
Según Deloitte, la clave está en mejorar la experiencia de los aficionados dentro de los estadios, y para lograrlo existen cinco estrategias de transformación tecnológica esenciales:
1. Ganarse el compromiso de los aficionados desde la compra de los boletos. Estadios donde ya se utilizan códigos QR o algún otro medio digital para el acceso, pueden dar un paso más y desarrollar una aplicación móvil propia mediante la cual los aficionados puedan planear su visita al estadio, aprovechar al máximo opciones y promociones de restaurantes, tiendas de regalo y otros servicios o productos que complementen su experiencia personalizada.
2. Socios logísticos de transporte. Cuando hay un juego en un estadio, el tránsito suele ser una pesadilla en varias cuadras a la redonda; en adición, muchos estadios se ubican en las periferias de las ciudades, no existen muchas opciones de transporte público disponible. Se puede contribuir a solucionar esto incluyendo en la app oficial del estadio o el equipo de casa algunas opciones de transporte económico, confiable y siempre disponible.
3. Experiencias complementarias. No todos los asistentes a un estadio son aficionados del deporte o equipo en cuestión, y la verdad es que incluso quienes son verdaderos aficionados a un equipo sabrán valorar descuentos o puntos u otra promoción de un programa de fidelización para complementar la experiencia, aprovecharlos antes o después del juego en el hotel o casino o plaza situado en las inmediaciones del estadio.
4. Potenciar el deleite con realidad mixta. En conjunto, la realidad aumentada y la realidad virtual son tecnologías propias de los estadios inteligentes: interacción en tiempo real, creación de material digno de redes sociales, estadísticas o información del juego o los deportistas, datos que sean atractivos para novatos y aficionados de toda la vida, paquetes VIP para una experiencia todavía más inmersiva.
5. La interacción no termina cuando el juego acaba. Las aplicaciones móviles son parte importante de la transformación tecnológica en estadios si de mejorar la experiencia de los aficionados se trata, por ejemplo, pueden ser esenciales para mantener la fidelidad y el compromiso de los aficionados cuando no es temporada de juegos, mediante recompensas e incentivos personalizados, acceso a eventos patrocinados, videojuegos, etcétera.
Ya sea un estadio de béisbol, uno de fútbol o de cualquier otro deporte con muchos fanáticos, ha llegado el tiempo de invertir en el futuro y adoptar la transformación tecnológica con el objetivo de mejorar la experiencia de los aficionados. Llevar al estadio la comodidad experimentada en casa, explotar la conectividad y la personalización, sacar provecho a las oportunidades de monetización de los datos de sus clientes y hacer uso de aplicaciones móviles oficiales para nunca perder el contacto con los aficionados pueden ser la diferencia entre perder o salvar el modelo de negocio de los estadios, un paradigma que necesita evolucionar junto con sus clientes.