Ciudad de México,
Ali Figueroa
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Con motivo de integrar las grandes tecnologías a la estrategia de seguridad nacional, el gobierno de Donald Trump centralizará las regulaciones de inteligencia artificial (IA) directamente en Washington. Tras una reunión el 4 de diciembre con el CEO de Nvidia, Jensen Huang, el presidente de Estados Unidos señaló que agilizará la adopción de IA.
A través de la orden ejecutiva titulada Regla Única, Trump busca unificar los procesos de regulación de inteligencia artificial a nivel federal. En la opinión del presidente estadounidense, esta tecnología permanecerá en pañales si Estados Unidos espera a que cada estado decida el marco de regulaciones apropiado.
Frente a las declaraciones del presidente, un reporte publicado por Brookings informó que la entidades gobernadas por el Partido Demócrata persiguen regulaciones más estrictas de IA. Respecto a los motivos de esta tendencia, las autoridades declararon que los videos de tipo deepfake y las vulnerabilidades de privacidad representan un riesgo a la población estadounidense.
Para la administración Trump-Vance, las regulaciones de inteligencia a nivel estatal entorpecen los objetivos de adopción nacional. Como sugerencia de Huang, el gobierno estadounidense apeló a motivos de seguridad nacional para apresurar a las autoridades y presentar una orden capaz de centralizar las decisiones tecnológicas.
La adopción de una medida única para regular la inteligencia artificial persigue los intereses de militarización tecnológica planteados por el Departamento de Guerra. Según el subsecretario de defensa para investigación e ingeniería, Emil Michael, la implementación de IA brindará herramientas para la toma de decisiones, el monitoreo multisectorial en tiempo real, y reconocimiento de las estrategias y tácticas tomadas por naciones antagónicas.
Por su parte, el desarrollo de tecnología para el complejo militar industrial de Estados Unidos guarda una relación de emprendimiento con los intereses de Silicon Valley. Al respecto, el Boletín de Científicos Atómicos reveló la existencia de contratos de miles de millones de dólares del ejército estadounidense en el sector privado de IA.
Aunado a ello, Nvidia se convirtió en un aliado clave del pentágono con la adquisión de ARM y nuevas inversiones en el gobierno. Cifras compartidas por Mckinsey & Company añadieron que 40% de los7 trillones de dólares invertidos en centros de datos para IA estarán en Estados Unidos.
Los planes en torno a la inteligencia artificial van en línea también con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que sitúa a la IA en el corazón del poder estadounidense del siglo XXI. El documento la incluye explícitamente entre las tecnologías "que decidirán el futuro del poder militar", junto con la computación cuántica y los sistemas autónomos, insistiendo en que Estados Unidos debe invertir agresivamente para mantener su ventaja en estos campos estratégicos.
En este contexto, la IA no es solo una herramienta tecnológica, sino un requisito esencial para sostener la posición global del país: "IA, computación cuántica y sistemas autónomos, además de la energía necesaria para impulsar estos dominios" son presentadas como capacidades decisivas para la competencia militar y geopolítica de las próximas décadas.
La estrategia también vincula la inteligencia artificial con dos pilares complementarios: la diplomacia tecnológica y la autosuficiencia energética. En política exterior, la Casa Blanca afirma que su liderazgo en IA ya ha reforzado alianzas clave, destacando que "el presidente obtuvo el apoyo de los Estados del Golfo para la tecnología superior de inteligencia artificial de Estados Unidos" al consolidar acuerdos estratégicos en Medio Oriente.
A su vez, la IA aparece estrechamente ligada al objetivo de restaurar la "dominancia energética", ya que la disponibilidad de energía barata y abundante es presentada como condición necesaria para mantener la primacía estadounidense en tecnologías de punta: "Energía barata y abundante… ayuda a mantener nuestra ventaja en tecnologías de vanguardia como la IA". En conjunto, la inteligencia artificial se convierte en un eje transversal que conecta poder militar, influencia diplomática y estrategia industrial en la visión de seguridad nacional del gobierno de Trump.