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Con el próximo lanzamiento de la nueva consola de Microsoft, la Xbox Series X, los fanáticos se cuestionan que tan potente es la consola de siguiente generación desarrollada por la compañía con sede en Seattle. Esto debido a que las especificaciones anunciadas para integrar el hardware del centro de entretenimiento más poderoso de Xbox desarrollado hasta el momento parecen casi idénticas a las de una computadora de gaming.
Microsoft trató de recrear la experiencia de juego similar a una PC de gaming con un almacenamiento de disco de estado sólido, un procesador fabricado por la marca AMD modelo Zen 2 personalizada con 8 núcleos cada uno de 3.8 GHz, tarjeta gráfica de 12 Teraflops con 1.8 GHz, memoria RAM de 16 GB, capaz de correr juegos en 4k nativo y 8K con HDR que pueden incluso mejorar los juegos de versiones anteriores consolas de Xbox. Todo esto, dentro de un gabinete de 15.1 cm x 15.1 cm x 30.1 cm de con un precio de 14 mil pesos mexicanos, un precio menor en comparación a los 25 mil pesos que puede costar una PC gamer con un rendimiento por debajo de la media.
Xbox Series X en su diseño tiene ranuras de expansión de memoria, una salida HDMI 2.1, unidad de discos capaz de leer Blu-ray en 4K, salida de audio Dolby Digital 5.1, objetivo de rendimiento de 120 FPS y uno de los principales atractivos en su arquitectura, el sistema de refrigeración colocado en la parte superior del dispositivo cubierto por una capa verde sobre la tapa, lo que la convierten en una consola muy silenciosa comparado con el potencial que lleva dentro.
Estas especificaciones contrastan con las de una PC gamer, ya que para este tipo de aparatos es importante contar con un procesador i5, i7, i9 de Intel o AMD Ryzen 5, 7, o 9, memoria RAM de 16 GB como mínimo; tarjeta gráfica de al menos 8 GB, un ejemplo de ello sería la Nvidia RTX 2080 o equivalencias en Intel o AMD; disco de estado sólido de almacenamiento entre otras características que por sus especificaciones vuelven muy costosa a una computadora especializada para jugar videojuegos.
Aunque en el mercado se pueden conseguir computadoras más económicas, el rendimiento no será el mismo ya que solo se puede alcanzar jugar en 1080p sin comprometer la estabilidad de los fotogramas por segundo. Esta situación contrasta con la Xbox de nueva generación, aparato que no preocupa a los gamers con instalar controladores y actualizaciones del sistema operativo, pues solo se debe encender la consola y disfrutar de los juegos disponibles en PC gracias a la compatibilidad de ambos dispositivos.
Todas las especificaciones ya mencionadas convierten al nuevo Xbox Series X en una potente consola de videojuegos que tiene características similares a una PC gamer. Microsoft mencionó que las velocidades de carga, el tiempo de respuesta, jugabilidad y potencial gráfico de la consola de nueva generación es muy similar al rendimiento de una computadora de gaming con un factor diferencial, el precio. Ahora solo basta esperar hasta el 10 de noviembre de 2020 para poder adquirir una Xbox Series X.
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