Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: Vaisala
En México, las redes de monitoreo ambiental presentan deficiencias técnicas y estructurales que limitan su capacidad de registrar fenómenos extremos y condiciones climáticas con precisión. Este panorama contrasta con el desarrollo de sistemas avanzados, que incorporan sensores especializados y plataformas de análisis en tiempo real para diversos sectores.
Durante el Primer Encuentro Redes de Monitoreo en México, Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC), explicó que estos sistemas permiten registrar variables como precipitaciones, gases contaminantes, vientos y cobertura vegetal de forma continua en un mismo sitio. Esto resulta fundamental para documentar fenómenos cuya ocurrencia no puede preverse. "Hay eventos que sin estas redes de monitoreo no los podemos registrar, porque no sabemos cuándo sucederán", expresó en el evento celebrado en la UNAM el 4 y 5 de junio.
Zavala Hidalgo reconoció que las redes mexicanas enfrentan problemas desde la instalación y configuración de los equipos hasta la transmisión y despliegue de los datos. Estas tareas requieren personal especializado y recursos permanentes, lo cual ha dificultado la expansión y sostenibilidad de los sistemas existentes.
De cara al sector privado, la empresa finlandesa Vaisala desarrolló plataformas integradas, sensores ópticos y modelos predictivos diseñados para operar en tiempo real, aún en condiciones ambientales adversas. Según consultó NotiPress, estas tecnologías permiten generar alertas tempranas, apoyar evacuaciones y mantener condiciones ambientales óptimas en sectores como la salud, la farmacéutica o la infraestructura urbana.
Fabián Vázquez Romaña, coordinador general del Servicio Meteorológico Nacional, indicó que México cuenta con 387 puntos de observación distribuidos en el territorio, aunque regiones como la Sierra Madre Occidental presentan dificultades para el monitoreo. Esta cobertura parcial limita la capacidad del país para integrar datos oportunos con tecnologías más avanzadas o externas.
El SMN opera una red de estaciones meteorológicas automáticas que mide temperatura, presión, viento y radiación solar. También utiliza el satélite GOES para obtener imágenes geoestacionarias. No obstante, las regiones con baja densidad de observación, según Vázquez Romaña, continúan siendo una barrera para registrar y prever con precisión eventos climáticos extremos.
Mientras empresas como Vaisala despliegan sensores conectados a sistemas de decisión en tiempo real, que las instituciones mexicanas podrían usar para enfrentan retos operativos, financieros y de coordinación interinstitucional. José Luis Macías Vázquez, director del Instituto de Geofísica, sostuvo que la reunión convocada por la UNAM permitió identificar sinergias, pero reconoció que aún se deben mejorar los equipos y procesos de monitoreo en todo el país.