Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Días atrás, OpenAI retiró la voz de "Sky" de su nueva versión de ChatGPT debido a la similitud de este chatbot con la de la actriz Scarlett Johansson. La actriz envió una carta al director ejecutivo de la compañía, Sam Altman, exigiéndole explicaciones sobre el parecido en el timbre de voz. A pesar de negarlo, la empresa le había pedido anteriormente a Johansson prestar su voz, además Altman hizo referencia al personaje de la actriz en la película "Her" durante la presentación de Sky.
A pesar de que OpenAI dijera estar preparando una respuesta a Johansson sobre la selección de la voz, la empresa puede estar en serios problemas, ya sea que lo haya hecho intencionalmente o no. La denunciante puede poner en aprietos a la empresa de Altman. "Hay algunas medidas que puede tomar, pero la jurisprudencia respalda su posición", declaró Purvi Patel Albers, socio del bufete de abogados Haynes Boone, especializado en marcas y derechos de autor.
Según el experto, Johansson puede invocar las leyes de derecho a la publicidad las cuales protegen los rasgos identificativos de una persona para que no se utilicen sin su permiso. Albers afirma que "si te apropias indebidamente del nombre, la imagen o la voz de alguien, podrías estar violando su derecho a la publicidad".
Antecedentes
En el pasado varias celebridades han recurrido a estas leyes cuando su voz ha sido utilizada sin autorización y han salido victoriosas. Para estos casos, los famosos deben demostrar que su voz u otros rasgos identificativos son marcas no registradas. Por lo tanto, al imitarlas, los consumidores podrían relacionarlas con el producto sin previo permiso de la figura. Para eso, se debe identificar alguna característica distintiva en una voz. Sin ir más lejos, el caso en cuestión se trata de una actriz que interpretó a una asistente de inteligencia artificial en la película "Her".
Por otro lado, a pesar de la falta de leyes federales en Estados Unidos sobre el derecho a la publicidad, cada Estado define su propia normativa al respecto. Por su parte, el Estado de California, en donde se encuentra la sede de OpenAI, protege la voz de una persona viva para que no se utilice en actividades comerciales sin consentimiento.
"El Noveno Circuito sostuvo que una celebridad con una voz distintiva podía protegerse contra alguien que utilizaba un imitador de voz para crear la impresión de que la celebridad había respaldado el producto o estaba hablando en el anuncio", afirma Christian Mammen, socio de Womble Bond Dickinson, una firma de abogados especializada en derecho de propiedad intelectual.
Hasta el momento, Scarlett Johansson no ha demandado OpenAI, simplemente le pidió explicaciones. No obstante, la voz de Sky ha sido fuertemente comparada con la de Johansson por los usuarios. Además, hay bastantes pruebas que indican que la voz utilizada por el nuevo chatbot estuvo inspirada en la voz de la actriz. "La pregunta que debemos hacernos es ¿Por qué diablos OpenAI hizo esto? [Johansson] es una conocida defensora de la protección de sus derechos , por lo que no va a rehuir ir en contra de ellos", afirma Albers.
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