Ciudad de México,
Sergio F Cara
Crédito foto: MIT
La trayectoria de Tamara Broderick es un testimonio del ciclo completo de la educación: de participante en el Programa de Tecnología para Mujeres en el MIT a profesora asociada en la misma institución. Su especialización, la inferencia bayesiana, es una herramienta estadística que actualiza las suposiciones con la llegada de nuevos datos, esencial en su laboratorio para cuantificar la incertidumbre en el análisis de datos.
Broderick profundizó en la teoría al aplicar métodos en colaboraciones multidisciplinarias. Su labor resultó en avances como modelos de aprendizaje automático para predecir corrientes oceánicas y herramientas para que personas con discapacidades motoras graves utilicen interfaces de computadoras.
La asociación es un hilo conductor en el trabajo de Broderick, subrayando la naturaleza interdisciplinaria del análisis de datos. Esta variedad la atrajo al campo, permitiéndole explorar desde oceanografía hasta genética y colaborar en la resolución de problemas del mundo real que impactan directamente a las personas.
El análisis bayesiano es una rama de la estadística que proporciona una probabilidad matemática de que una hipótesis sea cierta. Está basado en el teorema de Bayes, formulado por el reverendo Thomas Bayes en el siglo XVIII. Este teorema ofrece una forma de actualizar la probabilidad de que una hipótesis sea verdadera a medida que se dispone de más evidencia.
En términos sencillos, el análisis bayesiano comienza con una estimación inicial o creencia previa sobre la probabilidad de un evento. A medida que se recopilan nuevos datos, se calcula la "probabilidad de la evidencia", que es la probabilidad de observar los datos actuales bajo cada hipótesis considerada. Luego, se actualiza la probabilidad previa para obtener la "probabilidad posterior", que es una nueva estimación de la probabilidad de la hipótesis después de tener en cuenta la nueva evidencia.
Desde su infancia en Ohio, donde su pasión por las matemáticas fue alimentada por programas de talento juvenil, hasta sus estudios avanzados en Cambridge y Berkeley, Broderick mantuvieron una mente abierta y curiosa. Esta cualidad la llevó a colaborar en proyectos significativos, como aquellos que estudian el microcrédito en áreas empobrecidas.
Asimismo, en su tiempo libre, Broderick encuentra paralelos entre sus investigaciones y su amor por el senderismo, donde cada nuevo camino es una oportunidad para el descubrimiento. Su enfoque intelectual se refleja en su pasatiempo, buscando explorar cada rincón y recoger las recompensas de la aventura, sin importar el resultado.
En definitiva, la historia de Tamara Broderick en MIT está alineada con su filosofía de vida: una búsqueda constante de conocimiento, la resolución de problemas y el descubrimiento, tanto dentro como fuera del laboratorio.