Foto: Stay Alive
Datos de un nuevo estudio revelaron que algunas de las Apps que ofrecen ayuda con líneas de atención en caso de depresión o riesgo de suicidio no contienen datos reales o correctos y pueden llegar a ser peligrosas, información preocupante para los expertos.
El estudio publicado por la revista BMC Medicine, donde se evaluó a 69 aplicaciones dirigidas al apoyo de personas con depresión o riesgo de suicidio, arrojó que algunas de estas apps disponibles en App Store o Google Play no conectan a los usuarios con los recursos correctos pues no incluyen ningún vínculo dirigido a profesionales de la salud mental, médicos o consejeros o la información es incorrecta.
La evaluación buscó constatar que las apps aplicaran las seis estrategias desarrolladas por expertos de Estados Unidos, Reino Unido y la Organización Mundial de la Salud como rastrear pensamientos suicidas, construir un plan de seguridad, sugerir actividades para disuadir a usuarios en crisis, publicar material educativo sobre salud mental, establecer contacto con la red de apoyo del usuario y dar asesoramiento de emergencia.
Solamente siete por ciento de las aplicaciones que formaron parte del estudio utilizan las seis estrategias, entre ellas Stay Alive, una app desarrollada por un grupo de prevención del suicidio en Reino Unido, mientras que el resto solo ofrecía al usuario entre una y tres de las estrategias.
Cuarenta y seis de las aplicaciones incluían acceso a una línea de ayuda en caso de crisis; sin embargo, en seis de ellas el número telefónico expuesto era incorrecto. Los desarrolladores fueron informados de la falla y a la fecha solo dos de ellos han corregido el problema, de acuerdo con el documento de BMC Medicine.
Para los expertos Igor Galynker, director del Laboratorio de Investigación y Prevención de Suicidios Mount Sinai Beth Israel en Nueva York y Nadine Kaslow, jefa del Sistema de Salud Grady, este tipo de aplicaciones además de inútiles pueden resultar peligrosas al contener información incorrecta, ya que la mayoría no cuentan con evidencia científica que avale su eficacia.
Kaslow asegura que las aplicaciones de apoyo contra la depresión y el suicidio deberían ser utilizadas como complemento durante el tratamiento indicado por un profesional de la salud y no como un tratamiento por si solo.
Josip Car, director de la Unidad Global de Salud en el Imperial College de Londres y Laura Martinengo, estudiante de doctorado en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur, ambos autores del estudio, detallaron que los usuarios no deben ser los encargados de examinar la eficiencia de las aplicaciones, por lo que han instado a los desarrolladores a elevar la calidad y seguridad de estas, hasta conseguir los mejores estándares en sus prácticas.
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