Ciudad de México ,
Juan Manuel Flores
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Desde 2020, las lesiones por armas de fuego han superado a los accidentes automovilísticos como la primera causa de muerte infantil en Estados Unidos. Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Missouri elaboró una serie de estudios en torno a las circunstancias relacionadas a los ataques pediátricos con armas de largo alcance.
La investigación encabezada por Mary Bernardin, especialista en medicina de emergencia pediátrica, analiza los expedientes del St Louis Childrens Hospital relacionados con lesiones por armas de fuego en niños. Mediante la comparación de casos antes y después de la pandemia, se dedujo que el incremento significativo de este tipo de lesiones contra niños está relacionado con la pandemia del Covid-19.
Estadísticas resultantes del estudio indican que la tasa mensual de lesiones creció un 51.1 por ciento durante la pandemia. Teniendo como consecuencia un aumento del 25% en las muertes de niños durante el mismo período. También se observó un aumento significativo en las víctimas menores de edad de raza negra en relación con el resto de esta población.
Respecto a las circunstancias de los ataques, otro estudio elaborado por Mary Bernardin muestra que 72 por ciento de los casos, los niños fueron heridos por un desconocido, cuya motivación se desconoce en el 93% de los tiroteos. Esto indica, a su vez, que menos del 15% de las lesiones causadas por armas de fuego fueron agresiones intencionales, incluyendo asaltos o disputas.
En la mayoría de los casos las víctimas describieron que mientras los tiroteos ocurrieron, los niños se encontraban realizando actividades al aire libre. Ante el aumento de tiroteos y muertes causadas por "balas perdidas", Bernardini afirma que entender el por qué y cómo ocurren estos tiroteos es necesario para la mejora de las políticas públicas en torno a la violencia en Estados Unidos.