Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Add Weed en Unsplash
A pesar de que el uso de la marihuana se considera ilegal en la mayoría de los países del mundo, es una de las drogas más consumidas. En 2017, la Secretaría de Salud de México señaló que el 8,6% de la población entre 12 y 65 años ha probado la marihuana alguna vez.
El cannabis es una planta que es utilizada con fines medicinales a lo largo de la historia de la humanidad. Recientemente se ha registrado su empleo con fines industriales y la utilización de su fibra para la fabricación de objetos útiles al ser humano. Sin embargo, sobre su consumo aún existe una gran controversia a pesar de haber sido aprobado su consumo en México para fines recreativos y médicos.
Durante el webinar organizado por TecSalud llamado Voces de la Salud el cual NotiPress tuvo acceso, se abordó el tema "Cannabis medicinal, un debate por la salud". Ahí, María Fernanda Arboleda, anestesióloga especialista en cuidados paliativos, experta en cannabis medicinal y directora asociada de Investigación de Santé Cannabis explicó. "Se debe hacer una línea divisoria en el cannabis, en la práctica clínica siempre se van a usar concentraciones muy bajas en comparación a las dosis empleadas para los usos lúdicos".
Aunque la ley en México está un tanto atrás en comparación a otros países en América Latina como Colombia, Perú o Argentina, en junio de 2017 se reconoció que el cannabis tiene propiedades terapéuticas. Fue hasta enero de 2021 cuando la Secretaría de Salud y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió un reglamento específico para hacer efectiva la ley.
Sin embargo, Fernanda Arboleda señala que, aunque las leyes mexicanas autorizan su uso y prescripción médica aún no existen medicamentos en el país autorizados por ambas organizaciones. "La ley indica, ‘es factible prescribir una receta médica indicando el consumo del cannabis’, pero, hasta el momento, no existe ningún producto que cumpla con los estándares de calidad en el país".
Esta situación, según Fernanda Arboleda puede ser contraproducente, pues al no tener un medicamento autorizado por ninguna autoridad en México, los riesgos podrían ser altos. "No basta tener un producto con respaldos sanitarios, también es importante tener la historia clínica del paciente, sus antecedentes médicos para evitar cualquier tipo de riesgo", puntualizó.
La propuesta de legalizar el cannabis responde principalmente a beneficiar a los pacientes cuyos dolores intensos crónicos son ocasionados por el cáncer o VIH y en segundo plano reducir su consumo ilícito. No obstante, la especialista señala que, el recetar medicamentos con compuestos del cannabis son tratamientos de primera línea y solo pueden funcionar como una herramienta clínica para controlar algunos síntomas.