
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
Las desigualdades sociales, económicas y ambientales continúan afectando de forma directa la salud pública en América Latina, comprometiendo el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3: Salud y Bienestar, establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en 2015. Así lo advierte un análisis regional difundido por Martha L. Caballero, directora senior de Asuntos Corporativos para América Latina en AstraZeneca.
El eje de salud, incluido en la Agenda 2030, reconoce que los factores que determinan el bienestar van más allá de lo biológico, involucrando también condiciones como el entorno urbano, el ingreso y la movilidad. "Una comunidad que vive en condiciones de hacinamiento, en la que faltan recursos básicos de saneamiento o hay mucha contaminación, difícilmente podrá prevenir y hacer frente a enfermedades, aunque exista infraestructura médica cercana o disponible", señaló Caballero.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región presenta altos niveles de desigualdad, lo cual se traduce en mayores tasas de mortalidad y morbilidad evitables. Las enfermedades no transmisibles (ENTs), como las cardiovasculares y respiratorias, representan cerca del 80% de las muertes en América Latina. Estas cifras reflejan "falta de estilos de vida saludables, acceso limitado a diagnóstico temprano y tratamiento oportuno", afirmó la especialista, lo que perpetúa ciclos de vulnerabilidad.
Además de los factores sociales, las amenazas ambientales también influyen. Una investigación citada por Caballero, realizada en 337 ciudades de nueve países de Latinoamérica y el Caribe, confirma que la exposición a partículas finas PM2.5 —derivadas principalmente de la quema de combustibles fósiles— está directamente asociada a mortalidad cardiovascular y respiratoria. Según datos publicados en Science of the Total Environment, el 58% de la población urbana de la región vive en zonas que superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para estas partículas.
Pese a algunos avances, el monitoreo del cumplimiento de los ODS en América Latina presenta resultados mixtos. Mientras los ODS 5 (Igualdad de Género), 7 (Energía Asequible) y 8 (Trabajo Decente) muestran progresos, otros como el ODS 6 (Agua Limpia), 10 (Reducción de Desigualdades) y 13 (Acción Climática) están en riesgo de no cumplirse. "La situación del ODS 3 es especialmente preocupante", puntualizó Caballero, citando que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) aún no logra definir una tendencia clara de avance o retroceso.
Frente a este panorama, el documento hace un llamado a fortalecer estrategias integrales. "Hablar de salud es hablar de acceso, de equidad, de transformación de los sistemas sanitarios", sostuvo la vocera. En este sentido, la próxima Cuarta Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre ENTs, bajo el lema "Equidad e integracion ", buscará articular soluciones desde el liderazgo multilateral.
Caballero destacó también la participación del sector privado en estas iniciativas. AstraZeneca, en alianza con UNICEF y gobiernos de seis países, trabaja con más de 60 mil jóvenes en campañas de prevención de enfermedades crónicas no transmisibles. Además, la empresa se comprometió a reducir en 98% las emisiones operativas y de flota para 2026 como parte de su agenda ambiental.
"Invertir en la transformación de los sistemas de salud… contribuye a reducir desigualdades, fortalecer las economías… y mitigar los efectos del cambio climático", concluyó.
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