Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
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El fútbol americano es uno de los deportes más populares y de mayor tradición en todas las universidades y colegios de América del Norte. Sin embargo, una investigación realizada por varias instituciones de salud encendió las alarmas por los daños cerebrales a jugadores juveniles.
Los especialistas en neurociencia de Sanford Research, en Dakota del Sur, Estados Unidos y las instituciones canadienses Simon Fraser University y HealthTech Connex revelaron diversos efectos en la función cerebral cognitiva en futbolistas juveniles. En los hallazgos publicados en Brain Communications encontraron que los jóvenes experimentaron cambios subconmocionales al analizar sus signos vitales cerebrales y acelerómetros instrumentados.
De acuerdo con los investigadores, un impacto subconmocional es una fuerza mecánica transmitida al cerebro por debajo del umbral para el diagnóstico de lesión conmocionante aguda. Los efectos de estos impactos de baja magnitud pueden ser imperceptibles para el jugador o incluso las asistencias médicas en los banquillos.
Para encontrar estos resultados, el equipo de investigación monitoreó la actividad cerebral esencial de 15 jugadores masculinos de fútbol americano de 14 años o menos en Sioux Falls, Dakota del Sur. Durante los juegos de preparación, la temporada regular y la postemporada, los juveniles no sufrieron ningún tipo de conmoción cerebral.
No obstante, el estudio informó que la sensibilidad al procesamiento cognitivo y los cambios en los signos vitales de los jugadores analizados si tuvo una alteración por los impactos en la cabeza. Ello debido a la cantidad de golpes recibidos durante las jugadas y principalmente por el tiempo de juego durante la temporada.
Thayne Munce, autor principal del estudio explicó que los signos vitales cerebrales se ven afectados por la repetición de golpes y no la intensidad. "Los llamados ABC del funcionamiento cerebral son los más expuestos durante un golpe, esto puede ocasionar problemas en la sensación auditiva, la atención básica o el procesamiento cognitivo", señaló.
Al monitorear los signos vitales cerebrales extraídos de ondas cerebrales complejas medidas mediante electroencefalografía portátil (EEG), fue posible rastrear tres respuestas neuronales. "Nuestros resultados mostraron que los impactos subconmocionales repetitivos desencadenaron efectos compuestos en los cambios de función cerebral con el tiempo", explicó Munce.
Con base en los hallazgos, la alteración más significativa en los signos vitales cerebrales fue en la velocidad de procesamiento cognitivo antes y después de la temporada. Es decir, mientras más expuesto estuvo el jugador a impactos en la cabeza (número de juegos y prácticas durante la temporada), la pérdida de los signos vitales tuvo un mayor incremento.
Estas variaciones en los signos vitales cerebrales y el número total de impactos en la cabeza para jugadores de fútbol americano juvenil se relacionaron estrechamente con jugadores profesionales de Hockey y Junior-A de otro estudio. Ahora, los autores del estudio esperan ampliar la investigación en esta área con el objetivo de encontrar más problemas en los signos vitales y llevar las pruebas a otros deportes colegiales.