Ciudad de México,
Paloma Takahashi
Crédito foto: Pexels
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), antes del inicio de la pandemia de 2020, una de cada cinco personas sufría un trastorno de salud mental como depresión. En la misma línea, el informe "Abordar el impacto en la salud mental de la crisis del COVID-19" de la OCDE de mayo de 2021, indicó, en México los niveles de ansiedad y depresión se dispararon por la pandemia. Pues los porcentajes revelaron, antes de la pandemia la ansiedad se presentaba en el 15% de la población mexicana y en 2020 el porcentaje aumentó al 50% por ciento. Mientras que la depresión, en marzo de 2020 se calculaba en el 3% de la población mexicana y para abril de 2021 la cifra aumentó al 27.6 por ciento.
Acerca del trastorno depresivo, la doctora Maritza Figueroa, neuropsicóloga del Hospital Houston Methodist, comentó a NotiPress, la pandemia por Covid-19 podría no ser la única existente. Pues por la incertidumbre, aumento de contagios y fallecimientos, esta afección se ha vuelto un padecimiento más común. Ante esto, Figueroa explicó: "Desde la Covid-19, he visto un aumento sustancial de personas depresivas y otras afecciones mentales". A esto la doctora añadió: "La depresión no sólo es dañina para la mente, sino que también puede afectar la salud física, pues puede producir molestias, dolores, falta de sueño y cambios en el peso corporal".
Como una manera para detectar los síntomas del trastorno depresivo, la especialista Figueroa compartió con NotiPress los indicios más comunes del trastorno mental. Sufrir de tristeza, ansiedad o un vacío persistente son signos depresivos, al igual que experimentar pesimismo e irritabilidad. El sentimiento de culpabilidad o inutilidad es parte de lo que puede sentir una persona con depresión, asimismo, la pérdida de interés o placer en pasatiempos.
Una vez identificados los síntomas Figueroa comentó, tomar tratamientos como la psicoterapia es algo eficaz, al igual que la administración de medicamentos o una combinación de ambos. Con la misma intención, la especialista dio algunos pasos que podrían ayudar a prevenir y disminuir la depresión. Mantenerse ocupado realizando distintas actividades puede ayudar a despejar la mente de pensamientos negativos. En este sentido, la depresión puede fomentar un ciclo de pensamientos negativos y darles un nuevo propósito o actividad puede ayudar a la motivación de la persona.
Tener una rutina, ayuda a que cualquier persona tenga estabilidad, pues según la experta, no tener un esquema puede propiciar los sentimientos de depresión. De acuerdo con Figueroa, tener un día más estructurado el cual incluya tiempo para el cuidado personal y distracciones sanas, como el ejercicio, podría reducir el estrés.
En el caso de Estados Unidos, conforme con el Hospital Houston Methodist, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) reveló, la depresión fue cuatro veces mayor en junio de 2020, comparado con el segundo trimestre de 2019. Por otro lado, en México, el 28 por ciento de la población sufre de este trastorno, sin embargo, esta cifra podría ser mayor debido al estigma de la salud mental entre los mexicanos. Por ello, muchos individuos con esta afección nunca acuden a un especialista, jamás son diagnosticados y no acceden a un tratamiento adecuado.
Asimismo, el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señala, 15 de cada 100 mexicanos entre 18 y 65 años sufrirá depresión, pero sólo 3 de ellos recibirán la ayuda profesional adecuada. Esto se debe a que en México únicamente hay 22 instituciones con especialidad de psiquiatría y, además, hay 3 psiquiatras por cada 10 mil mexicanos.
Gerome Breen, investigador del Departamento de Genética Social y Psiquiatría del Desarrollo del King’s College de Londres, señala, el mayor obstáculo para la salud mental son los estigmas y tabúes. Bajo esta lógica, las personas con depresión deben enfrentar no sólo las complicaciones de su padecimiento, sino también la marginación social, económica y laboral. Como conclusión, pese a la llegada de las vacunas anticovid, el fin de la pandemia no es algo cercano, por ello, la depresión sigue afectando a los individuos.