Ciudad de México,
Yazmín Balula
Crédito foto: Pedro Basilio (NotiPress)
Actualmente, tomar café está asociado a la convivencia y cercanía con los seres queridos y se ha convertido casi en un ritual para despertar. Gran parte de la sociedad ha escogido esta bebida por sus beneficios: la cafeína la convierte en una bebida natural estimulante, contiene antioxidantes, ayuda a la digestión y sirve como material para exfoliantes y productos de cuidado para la piel. Asimismo, los hábitos de consumo de la sociedad podrían verse afectados debido al aumento de la temperatura global y el impacto del cambio climático.
De esta manera, el consumo per cápita de café en México es de 1,6 kilogramos anuales y la variedad soluble es la más consumida por los mexicanos. Asimismo, el país comprende el 2,52% de la producción de café a nivel mundial, Chiapas lidera la lista a nivel nacional al aportar 357 mil 734 toneladas (39%), seguido por Veracruz con 192 mil 341 toneladas y Puebla con 112 mil 228 toneladas, según informe de Euromonitor Consulting.
México exporta café a 42 países, entre los que se encuentran Japón, Cuba, Canadá, Alemania, Italia, y más del 5% de las ventas están concentradas en Estados Unidos. En recientes años, el consumo de café en territorio nacional ha crecido, y el lugar favorito para consumirlo es el hogar, por eso la fama del café soluble gracias a su facilidad para prepararlo.
Ciudad de México y Guadalajara son las dos ciudades con mayor desarrollo en la llamada 'cultura del café', esta incluye el consumo del café de especialidad: ahora los consumidores, especialmente millennials, prefieren calidad y buen sabor antes que un precio bajo.
Aunque México es productor de café, la ruta de consumidores es dominada por empresas internacionales como Nestlé en la modalidad retail, y Starbucks en el canal de cadena de cafeterías. En este sentido, en diciembre de 2018 la administración de Andrés Manuel López Obrador hizo su primer gran inversión de 154 millones de dólares junto con Nestlé para construir una nueva planta en el estado de Veracruz: "Recibí a Fausto Costa, presidente ejecutivo de Nestlé. Me informó que en Veracruz construirán una planta para procesar 20,000 toneladas de café, con una inversión de 145 mdd y la creación de empleos en el campo y la cuidad" declaró el Ejecutivo.
Pero, ¿qué pasaría si cada vez fuera más difícil producir café?
La industria del café genera trabajo para 14 millones de personas en América Latina, pero en los años recientes el cambio climático, las plagas y otros factores están creando una zona de riesgo para los agricultores, ocasionando que los pequeños productores empiecen a sustituir sus cultivos por otras actividades o bien optan por la migración. Expertos señalan, para 2050, la superficie idónea para el cultivo de café se verá reducida hasta un 50% por el aumento de la temperatura global.
En este sentido, el Cinturón del Café está delimitado por el trópico de Cáncer y el de Capricornio, esta zona es donde la planta del cafeto tiene las condiciones más óptimas para crecer, pero también los países situados ahí tienen altos niveles de pobreza.
Con el cambio climático se pone en riesgo no sólo la producción de la planta sino también la estabilidad económica de los cerca de 80 países que abarca la región cafetera, expertos estiman que durante este siglo la temperatura global subirá entre 1.5 y 4.5 grados centígrados en la época más cálida. Sin duda esto afectará significativamente la producción de café.
Existen aproximadamente 120 especies diferentes del cafeto, pero las más comunes para preparar la bebida son la variedad arábica y la canephora. Estas dos plantas son opuestos exactos, la primera es muy delicada ante los cambios de temperatura y las plagas, la segunda resiste y se adapta, quizá en esta última pueda estar la solución para salvarse.
Por ejemplo, el centro de investigación científica sobre el café de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, desarrolló en la década de los 80 el primer híbrido de esta planta en Colombia, era una mezcla de Caturra con una variedad Timor, aunque al principio resistió los cambios y las plagas, pero conforme pasó el tiempo las plagas mutaron y la temperatura global aumentó, y este híbrido se volvió vulnerable.
De esta manera, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) trabaja con los grupos cafeteros colombianos para identificar genes del café que ayuden a la planta a resistir el aumento de temperatura global y de esta manera salvaguardar su producción y los hábitos de consumo.